Las ciudades localizadas en regiones de frontera también aprovechan los cuatro días de carnaval. Es el caso de Tabatinga en la frontera con Colombia, y de Oiapoque con La Guyana Francesa. Tabatinga, con más de 45 mil habitantes, tiene en los 10 bloques la fuerza de su carnaval callejero. La ciudad recibe en los cuatro días de fiesta cerca de 15 mil personas.
Habitantes del Pavo y de Colombia, países sin tradición carnavalesca, aprovechan para juguetear en el carnaval en Tabatinga.
“El pueblo de los dos países participan activamente con nosotros, de
nuestro carnaval. Es todo una gran hermandad, no tiene divisiones”,
revela el alcalde, Saul Demergui.
Por muchos años, el Cabo
Orange, que se queda en la ciudad, fue conocido como el punto más al
norte de Brasil – después se descubrió que es, en verdad, el monte
Caburaí, en Roraima. Aunque tan distante de todo, el Oiapoque tiene
cuatro días de intensa fiesta, y ni la lluvia, que no paró de caer en
los últimos días, entorpeció el desfile de las dos escuelas de zamba y
de los diversos bloques callejeros de la ciudad. “Nuestra escuela
estuvo ayer bajo lluvia, mucha lluvia. Aún así, es una fiesta muy
bonita, son cuatro días de fiesta bien bonitos. Ni esa lluvia detiene
al pueblo”, dijo el carnavalesco de la escuela de zamba “Más que
Placer”, Murilo Fortaleza.
Así como acontece en Tabatinga, con
sus vecinos que viven en el Pavo y en Colombia, habitantes de la Guyana
Francesa aprovechan el carnaval en el Oiapoque. “Descendió un grupo de
la Guyana [Francesa], bailando el famoso trululu de ellos, el grupo
Mufá-Melê. Ellos bajaron con la gente a la avenida. La escuela pasó,
ellos vinieron atrás, y comenzó la batucada entre ellos, después que la
gente salió. Al pueblo le gusta mucho porque es frontera. Es una unión
de culturas aquí”, afirmó.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff