No fue la fiesta de otros domingos . Por momentos el calor estaba solo en las parrillas de los “choris” y en el cemento de la popular. Esta vez los “cirujas” miraban con ansiedad pero con mucha cautela. Claro el equipo todavía no conforma. Pero se festejó, antes, un poco durante y mucho después.
Si , fue un partido extraño frente a los rojos de Avellaneda.
Lo sabían Roldán , jugadores, dirigentes e hinchas. Diciendo esto no se descubre nada.. Sólo palpar una realidad distinta desde la popular. Desde allí es diferente, la cancha, los jugadores el referí, los líneas, las comodidades, las banderas y el aliento que empuja y lleva aunque uno no quiera.
Se equivocó el línea al marcar el penal, el referí al cobrarlo y el Rolfi al patearlo. “Va afuera, lo ataja el Anguila, lo mete hasta la mierda, ojalá se caiga antes patear,, si lo mete perdemos”, se escuchó en pocos segundos. Patea Montenegro, la pelota va afuera, un suspiro recorre la Pellegrini y da vuelta por la Rondeau y se viene a la Bolívar, antes de estallar el griterío. “Estamos salvados hermano, eso es suerte de campeón” (¿?), gritó el fana faná.. Los que lo rodeaban , miraron y le dijeron “dejá de lechuzear, y hablar de campeonato, si todavía no sabemos si vamos a seguir en primera”. El fana no gritó más, ni siquiera volvió a hablar.
Pero lo risueño fue en el primer tiempo, cuando Asmann le sacó un cabezazo al chileno y un señor , con gorra y camiseta santa, señaló “queda bien el hijo del Pepé Santoro”. El muchacho que estaba a su lado se perdió la mayor parte del encuentro explicándole al hombre, ya mayor . “Santoro no es el nombre del arquero, tiene ese apellido en la camiseta, al igual que sus compañeros, para homenajear a ex glorias rojas”. El pobre hombre, limpiaba sus anteojos y quería esconderse entre la gente.La tribuna no paraba de reir.
En el primer rechazo del Anguila, un escalofrío corrió por el cuerpo de todos. El recuerdo del partido con Racing se instaló inmediatamente. Al igual que un despeje fallido del “Chopi”, que también hizo suspirar a los cirujas.
Según los hinchas de la popular el partido fue duro y por momentos aburrido, pero rescataban la labor del chileno, del “Anguila”, en algunas atajadas, la solvencia de De Munner, algunos pelotazos del “Leche” La Paglia ( pero lentísimo), un buen comienzo de Cantero y la movilidad de Perugini. Son fanáticos pero leyeron bien el partido.
Luego del 3 a 0 , varios fueron a comprar velas para prenderle a la imagen de Cristián Canío, “ no vaya a ser que le pase lo mismo de Turdó”, “ ya estamos curados de espantos con estos jugadores”, explicaban.
“No jugamos bien, pero ganamos gracias al oportunismo del chileno y a dos atajadas de Gutiérrez. Esto recién empieza, así serán todos los encuentros, además Independiente no juega a nada. Hoy es San Canío y me voy a festejar con un porrón”.
Por mi parte con un chori y una coquita quedé hecho. Hasta la próxima.
DAV.
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