Si bien en la capital tucumana se sancionó una ordenanza, la 3.990, que permite la prestación de este servicio sólo si cada uno de los pequeños lleva puesto el cinturón de seguridad, desde Transporte Municipal adelantaron que, a los propietarios de las unidades que no los posean, se les otorgará una prórroga.
Por la crisis y las nuevas exigencias, los transportistas calculan que este año habrá un 40 % menos de vehículos prestando servicio.
El próximo lunes comienza la inspección técnica y administrativa a los transportes escolares que circulan por San Miguel de Tucumán, desde las 8 y hasta las 15 y desde las 8 hasta las 12 horas, respectivamente. En la verificación mecánica, se constatará que los coches porten la leyenda “transporte escolar” y que los colores sean blanco y naranja. También se inspeccionará la capacidad de las unidades (mínima 15, máxima 30) y que los asientos estén fijos a un piso antideslizante.
Todo esto se constató otros años, pero en este 2009 la novedad viene de la mano de la ordenanza 3.990, que obliga a los transportistas escolares a que cada pasajero lleve colocado el cinturón de seguridad. Así, no solo se resguardará la vida del pequeño, sino que se podrá individualizar a los chicos e impedir que los coches trasladen más estudiantes de los permitidos.
Sin embargo, el titular de Transporte de la Capital José García, admitió que no todas las unidades cumplirán con este último requisito. “Les vamos a dar un plazo, podrían circular los primeros días del ciclo lectivo sin los cinturones, pero luego se aplicarán las sanciones correspondientes”, dijo el funcionario.
María Celia Nahra
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