La Paz, feb 11 (ABI) - El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció su decisión de explorar en Europa inversiones para sentar en el país sudamericano la industria estatal de litio.
Bolivia contiene más del 50% de las reservas mundiales del mineral no pesado ni contaminante.
El mandatario, que emprenderá una gira
por Rusia y Francia, dijo que los gobiernos de estos países europeos
manifestaron su interés en despegar la industria de evaporíticos en
Bolivia.
Fundado en un informe del canciller boliviano, David Choquehuanca,
Morales destacó el interés de Moscú y París "en el tema del litio".
Además de Uyuni, una inmensa pastilla salina de 10.000 kilómetros
cuadrados de extensión enclavada en los Andes bolivianos y que contiene
la mayor reserva mundial del mineral, se encuentra el yacimiento del
salar de Coipasa, situado en la frontera de Bolivia y Chile.
"Felizmente también miran la parte del salar de Coipasa", 90% de
cuya extensión se extiende en territorio de Bolivia, aplaudió Morales.
"El próximo sábado viajaré a Rusia, luego a Francia", confirmó el gobernante.
"Los recursos naturales es la esperanza de Bolivia para salir de la
pobreza. Hay tantas empresas de diferentes estados que están
interesadas en el litio", recalcó.
"Nosotros queremos que aquí se fabriquen baterías de litio para
exportar y hay que pensar seriamente no solamente en exportar baterías,
hay que apostar en fábricas de carros de baterías de litio y eso será
una obligación para el gobierno, de garantizar una inversión para
explotar el litio", agregó el Mandatario.
Combustible nuclear no peligroso, el litio se ha convertido en la
fuente de energía más codiciada del planeta en el siglo XXI, cuyas
primeros lustros mantendrán sin embargo una dependencia declinante de
los combustibles fósiles (petróleo).
El litio, energía limpia, acredita ya sus cartas de presentación en
la industria mundial automotriz que ante la declinación de los
reservorios planetarios de petróleo, recurso natural no renovable y
propulsor de inconmensurables fortunas en el siglo XX, perfila un
cambio de elemento fundamental de propulsión.
El litio, utilizado ya para cohetes y satélites, es la energía que
hace funcionar hoy en día artículos que forman parte de la cotidianidad
de los seres humanos: las baterías de los teléfonos celulares, de
relojes digitales, los marcapasos, las computadoras portátiles…
La industria de automóviles proyecta que la próxima generación de
rodados se desplace ya no a gasolina, gas o diesel, sino a litio.
Los autos "híbridos" del futuro se moverán con baterías de litio
recargables. Una recarga, como teléfono celular, en la noche, conectada
a un enchufe corriente, le permitirá a un coche "caminar" todo el día
siguiente sin sobresaltos.
Los autos eléctricos, que ensaya la industria automotriz, no han
rendido el fruto deseado, pues las pesadas baterías de plomo
recargables a electricidad, que retienen la energía y la liberan
paulatinamente durante la puesta en funcionamiento, han resultado muy
pesadas, por la composición del mineral, e impiden velocidades
superiores a 60 kilómetros a la hora.
El litio se emplea, por excelencia, en aleaciones metálicas
livianas y altamente resistentes. En otras palabras es la alternativa
de las transnacionales para reducir a extremos insospechados su
dependencia del carísimo y cada vez más escaso petróleo en el globo.
La industria automotriz mueve millones de millones de dólares y su
producción se ha masificado en todo el planeta desde los años ’60 del
siglo precedente.
Entonces el Litio, que asoma como elemento fundamental para mover
toda la maquinaria en el siglo presente, pone a Bolivia en la mira de
la industria mundial, sencillamente porque este país sudamericano, rico
en gas y petróleo, en minerales pesados y en recursos naturales
renovables y no renovables, posee la primera mundial de litio en el
planeta.
La prensa mundial ya lo ha advertido y en una profusión de
artículos ilustrativos anticipa que las grandes corporaciones y las
potencias industriales del planeta se verán, más temprano que tarde,
"obligadas a pasar" por Bolivia.
De hecho, las más grandes automotrices y las industrias de
minerales no pesados del planeta han manifestado su interés de
asociarse con el Estado boliviano para acometer la empresa.
Estados Unidos, por medio de uno de sus consorcios (Lithium
Corporation), ya intentó, en la década de los ’90, controlar este
reservorio.
Desencuentros de última hora, llevaron al gobierno de entonces,
presionado por patriotas potosinos, a desestimar una concesión por 40
años.
Empresas mineras de Chile, que explotaban borax en el Salar de Uyuni, también fueron retiradas en 2004.
El más grande acopio de este mineral no pesado ni contaminante, se
emplaza en el salar de Uyuni, una pastilla de sal de 10.000 kilómetros
cuadrados enclavada a más de 3.800 metros de altura sobre el nivel del
mar, en la jurisdicción del minero departamento de Potosí.
Belleza natural sin parangón, declarada Patrimonio Natural de la
Humanidad por la UNESCO, del Salar de Uyuni se puede extraer 5,4
millones de toneladas de Litio.
La reserva de Coiposa no ha sido aún precisada.
CC/………..ABI
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