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AMPLIAREl alcoholísmo un grave problema en la provincia

El alcohol y el tabaco, son las adicciones más extendidas entre los tucumanos

La problemática de las adicciones es enorme en Tucumán. En nuestra provincia el alcohol y tabaco son las drogas más consumidas. Las psicólogas Silvia González y Sofía Ferrari, del PUNA dialogaron al respecto con TucumánHoy. La mayoría de las consultas que reciben son de hombres. En tanto, las mujeres se inclinan por las pastillas ansiolíticas.

"La entrada al consumo tiene que ver con una carencia que genera malestar, a partir de ahí la persona busca algo para evadir la realidad”, dijeron las especialistas.

“Uno de los servicios que brindamos desde el organismo es el “PUNA Escucha”, cualquier persona de la provincia o país pude comunicarse gratuitamente al 0800-222-37642 para consultar sobre problemáticas referida a la droga”, es lo primero que dijeron Silvia y Sofía.

En una cordial charla Silvia González y Sofía Ferrari, ambas psicólogas del PUNA, Programa Universitario para el estudio de las Adicciones, comentaron sobre el trabajo de prevención que realizan. Su intención es prevenir las adicciones mediante actividades recreativas para que la persona pueda ocuparse de otros proyectos. Es decir, no mostrar cómo es la vida drogándose, sino que es posible una vida sin drogas.

¿Quienes consumen drogas?

Silvia: Las drogas son consumidas por gente de todas las edades. Lo que varía es la frecuencia. La franja que va de 16 a 25 años consume preferentemente marihuana, alcohol y tabaco. En menor medida el paco y pasta base. Desde los 26 a 35, cocaína, sumado a la marihuana, alcohol y tabaco. Después de los 45, sobre todo las mujeres, consumen muchos psicofármacos. En los hombres alcohol y cocaína.

Sofía: La mayoría de las consultas que recibimos son de hombres. Esto no significa que las mujeres no consuman, pero la demanda social es más frecuente en el sexo masculino. La mujer carga con un estigma social que el hombre no tiene. Esto se refleja en mujeres que por ser frecuentemente las encargadas de administrar pastillas o remedios, tienen un mayor acceso a los ansiolíticos que son de uso legal, sumado al grave problema de la automedicación.

¿Cómo es el adicto?

Sofía: la estructura del adicto es la misma independientemente de lo que consuma. Todo tiene que ver con un circuito adictivo, con un malestar que genera angustia, una angustia intolerable. Esa intolerancia provoca una búsqueda de bienestar ilusorio que puede devenir en el consumo de cualquier sustancia. Porque su efecto psicoactivo, siempre implica una evasión de la realidad. Una vez que el sujeto consume para calmar la ansiedad y aplacar la angustia vuelve a hacerlo por dos razones: para calmar los efectos de la abstinencia o para volver a evitar ese malestar que le genera angustia.

Además Sofía aseguró que “las dependencias son físicas y psíquicas. Todas las sustancias tienen la misma peligrosidad, ya sean drogas legales o ilegales. Incluso el tabaco, por la nicotina es la sustancia que mayor adicción produce”.

Por eso “desde 'PUNA escucha' brindamos contención, prevención y asesoramiento. De esta manera escuchamos y acompañamos a la persona en esa difícil situación. Generalmente esta gente está atravesando situaciones de crisis, con alto nivel de angustia. Por lo general nos llaman madres que ya no saben cómo ayudar a sus hijos”, explicó.

Eliminar la droga no es la solución

Sofía: Nosotros no hacemos hincapié en la sustancia, sino que indagamos en porqué se drogan. El principal tratamiento está en el sujeto no en la droga. Eliminarla no es la solución. Por ejemplo a una persona que se la priva de consumir alcohol, reemplazará esa sustancia por otra.

¿Cuáles son los métodos de prevención del PUNA?

Silvia: utilizamos la prevención Inespecífica Universal. O sea prevenir mediante actividades recreativas para que la persona pueda ocuparse de otros proyectos. Es decir, no mostrar cómo es la vida drogándose, sino que es posible una vida sin drogas. Es nuestra manera de prevenir, porque todos saben lo nocivo de las drogas, de fumar o tomar en exceso. Creemos que la prevención pasa por una cuestión de generación de proyecto de vida.

Ser adicto tiene una connotación social negativa

Sofía: se lo asocia con la delincuencia, vagancia, etc. son rótulos que logicamente los afecta. Los procesos de identidad se dan a partir de la mirada del otro. Es la mirada del otro sobre mi persona. Esto produce el estigma: “Yo soy adicto” en lugar de “yo estoy adicto”. La primera frase se relaciona con la esencia, algo estático, como si no hubiera lugar al cambio. El “Estoy adicto”, en cambio, habla de una movilidad.

La falta de integración de las instituciones y la nula política de Estado

Según opinaron las especialistas, los principales problemas para erradicar las drogas de la sociedad están relacionados con la falta de Recursos Humanos, poco compromiso en profesionales. No hay una buena integración entre las instituciones especializadas, ya sea de prevención o ayuda al adicto. Y fundamentalmente el nulo compromiso político que se refleja en los irrisorios fondos que se destinan desde el Estado para combatir la drogadicción.

Sebastián Ganzburg

sebaganzburg@gmail.com