Es lo que logró Woddy Allen con su última producción, “Vicky Cristina Barcelona” que se estrena hoy en los cines argentinos. Actores bellos con virtuosas actuaciones. Una historia que gusta al público cinéfilo como a quienes aman Hollywood. Intriga, seducción, tríos amorosos. Entretiene. Busca la reflexión. Gran musicalización y una aguda visión del director para mostrar Barcelona de la misma manera que lo hace con Manhattan. Por Sebastián Ganzburg.
Opinión: Muy buena.
Ficha Técnica
Dirección y guión: Woody Allen. Países: España y USA. Año: 2008. Duración: 96 min. Género: Comedia. Interpretación: Javier Bardem (Juan Antonio), Penélope Cruz (María Elena), Rebecca Hall (Vicky), Scarlett Johansson (Cristina), Chris Messina (Doug). Producción: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Gareth Wiley. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Montaje: Alisa Lepselter. Diseño de producción: Alain Bainée. Vestuario: Sonia Grande. Estreno en España: 19 Septiembre 2008.
El nivel de los films de Woody Allen no tienen desperdicio. Humor, inteligencia, thrillers perfectos, psicología, policiales y narrativa especial. Todos condimentos de este genial director. Vicky Cristina Barcelona es una película diferente, pero con el inconfundible estilo Allen, a pesar que no encierra todos los elementos arriba mencionados.
En Nueva York en marzo de 2007, antes de su estreno, Woody explicó que será “una película romántica, seria, con algunos momentos divertidos y sin sangre. Comenzará con alguien enseñando la ciudad a dos personas que acaban de llegar. Mi propósito es mostrar Barcelona igual que muestro Manhattan, muy a través de mis ojos”. Más que interesante Woody Allen filmando en España.
El arte europeo, tan estético se
observa a lo largo del rodaje. Plazas y monumentos imponentes.
Incluso, la historia gira en torno a un pintor, Juan Antonio (Javier
Bardem), bohemio, seductor, culto, tranquilo, inteligente, amante de
las mujeres, sensible. Aparenta despreocupación que no es tal.
Personaje interesante al igual que las tres mujeres. Estéticamente
brillante, a pesar de esto, no tiene diez en actuación. Carece
de natural seducción.
Al contrario, las tres mujeres, realizan papeles admirables. Cristina (Scarlett Johansson), una rubia bellísima, abierta de mente. La define esa calamarezca frase de la canción “Donde manda marinero”: No se que quiero, pero sé lo que no quiero. Sus decisiones están llenas de pasión y espontaneidad. No es capaz de sacrificar el sexo por el amor. Algo bohemia, con tintes de artistas, quizás la pareja perfecta del español.
Se amiga, Vicky es la antítesis. Una estudiosa de la cultura catalana, está comprometida, mujer conservadora, frecuenta ambientes burgueses, al igual que su insulso, conservador y vacío novio. Por su interesante personalidad, no encaja en esos círculos.
Ambas viajaron a Barcelona, son norteamericanas. Amigas, inseparables. A pesar de sus diferencias, en el resto de las cosas coinciden. Barcelona, ciudad de poetas, músicos, pintores. Acorde con esos factores la música del film es majestuosa. Una guitarra flamenca, fusión con tango junto a una voz apacible, aguda y superlativa. Describe con precisión aquellas tierras.
María Elena (Penélope Cruz), española, sensual, seductora, bohemia casi las mismas características que Juan Antonio, su ex pareja. La diferencia, la tranquilidad que ella no tiene. Se aman. No llegan a odiarse, pero están muy cerca.
Juan Antonio seduce a Crisitna y Vicky, generando una tensión entre amor y pasión. A partir de ahí se genera la trama. María Elena siempre presente en la cabeza y vida de Juan Antonio. Nunca cuatro, siempre tres. Un thriler con los mejores condimentos. Trío amoroso, aunque bastante particular, intriga, inteligentemente faltan escenas de sangre. En algún momento los valores norteamercianas se contraponen a los españoles, a pesar de que ambos pertenecen a la cultura occidental.
De narrativa atrapante como los mejores relatos policiales. Los personajes son presentados por una voz en off, es decir, que el director no utiliza los diálogos como elemento fundamental para contar la historia. La sorpresa tampoco falta, menos la inteligencia. Uno de los factores más interesantes es que apunta tanto a un público masivo como intelectual. Actores bellos pero excelentes. Producción importante pero poco banal. Una historia llamativa, intrigante, interesante.
Técnicamente, elegante. Tomas precisas, inquietantes y bien logradas. La dirección de Woddý Allen que además escribió el libreto es perfecta. No se le escapan detalles. Sobran los elogios para semejante artista que logra perfectas actuaciones de actores que no rebosan de talento.
Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com
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