Hace días, el blanco de los delincuentes había sido el comedor Nuevo Horizonte. En la madrugada de ayer, el ataque se produjo en El Trébol, ubicado en el barrio Costanera. Los malvivientes no respetan ni siquiera el hambre de quienes viven como muchos de ellos.
Hace tiempo los delincuentes perdieron, entre otras cosas, los códigos.
Hace tiempo matan y después
roban, golpean a embarazadas, amenazan a pequeños sin necesidad de
hacerlo y hasta quitan el pan a quienes viven en condiciones mucho más
precarias aún que ellos.
Ayer, durante la madrugada, la policía informó sobre otro robo perpetrado en el barrio Costanera, de similares características al ocurrido la semana pasada en el comedor comunitario Nuevo Horizonte. Esta vez, el saqueo se produjo en el comedor El Trébol que, a diario asiste a más de 100 niños, ancianos y discapacitados con alimentos y vestimentas, en algunos casos.
Según informaron efectivos policiales, la comida era guardada en una casa contigua al comedor y fue allí, justamente, donde ingresaron los ladrones que, según se presume, serían dos y su edad aún no estaría confirmada. La fuerza aún intenta dar con los malvivientes quienes, no se descarta, podrían habitar este heterogéneo barrio, signado también por la droga.
María Celia Nahra
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