23/01/2009 - En General

Santiago del Estero: por la sequía, podría haber un nuevo brote de contaminación

El impacto de la sequía que aqueja a gran parte de la provincia y del país podría llegar a afectar también a la contaminación del embalse y las aguas de la cuenca Salí – Dulce. Así lo advirtió un integrante del equipo técnico del Comité de Cuenca – Salí Dulce, después del último seguimiento in situ realizado entre el martes y el miércoles en la zona.

Lo anticipó el ingeniero Juan Carlos Targa tras realizar el último control en la zona afectada.

Aseguran que el agua de los ríos llega limpia y sin desechos, pero que no en suficiente cantidad para limpiar el contenido de algas que hay en el embalse, por lo que cualquier lluvia fuerte podría desatar un ciclo que altere el equilibrio del agua y producir un rebrote de la contaminación.

“No está entrando la cantidad de agua que necesitaríamos para que se limpie todo, porque todavía en las proximidades al centro hay en este momento gran cantidad de algas”, explicó el ingeniero Juan Carlos Targa, secretario de Medio Ambiente de la provincia. “No hay un florecimiento como el que hubo cuando se ha producido la última mancha, pero sí hay mucha – agregó – entonces un cambio de PH del agua por una lluvia o algún movimiento puede romper el equilibrio y puede darnos todavía algún dolor de cabeza”.

El funcionario señaló que “en este momento se puede apreciar a primera vista y con los análisis preliminares que se hacen el terreno, que los ríos de Tucumán están empezando a entrar con agua totalmente limpia”. Sin embargo, insistió en que “se hace sentir un poco la sequía en el norte, y el aporte de agua no está limpiando suficiente el embalse, por lo que tengo miedo que podamos esperar algún rebrote”.

Targa consideró que todavía falta “que entre mucha cantidad de agua para que se llene y se limpie un poco” y señaló que principalmente hay “materia orgánica y nutrientes”.

En este momento, el agua y estos componentes se encuentran en equilibrio, pero una lluvia fuerte podría alterarlo, cambiando el PH del agua y volviendo tóxicas a las algas que están asentadas en las aguas del embalse.

Control

Targa relató que estuvo al frente de los monitoreos que se realizaron días pasados en los ríos tucumanos y en el dique de Las Termas. La intención es poder llevar adelante un seguimiento mensual que permita comparar los valores mes a mes y luego año a año. Este último monitoreo fue el segundo consecutivo que se realizó en los últimos sesenta días.

“Hoy el embalse está un 100% mejor que hace un mes – indicó Targa – pero eso no nos permite sacar conclusiones porque lo que hay que ver es cómo está en relación al mismo mes del año pasado, para saber si ha mejorado o empeorado la situación”.

El funcionario consideró que una vez que se pueda realizar un monitoreo sostenido “podrá saberse fehacientemente cómo avanza la situación de la contaminación”.  (ElLiberal.com.ar)