Juan Giglio, ejecutado el martes en las oficinas de su ONG, recibió un balazo en el rostro y luego fue rematado con otros cuatro disparos. La Policía analiza ahora las últimas llamadas y mensajes de texto que recibió en su celular .
La autopsia fue realizada ayer en la morgue judicial de los Tribunales de Lomas de Zamora, donde los médicos no encontraron, aparte de los balazos, otro tipo de lesión.
El militante peronista Juan Giglio, asesinado el martes en su oficina
de la localidad bonaerense de Avellaneda, fue ejecutado de cinco
disparos en la cabeza, según reveló la autopsia, mientras los
investigadores analizan las últimas llamadas y mensajes de texto que
recibió en su celular.
Fuentes de la investigación informaron ayer que los médicos forenses determinaron que la víctima
primero recibió de frente un balazo en el rostro y luego fue rematada
de otros cuatro disparos, tres de los cuales ingresaron por la nuca y
el restante sólo provocó un roce.
La autopsia fue realizada el miércoles en la morgue judicial de los Tribunales de Lomas de Zamora, donde
los médicos no encontraron, aparte de los balazos, otro tipo de lesión
que haga suponer que Giglio haya sido golpeado o torturado previo a los
disparos.
"Fue una ejecución. Por cómo están distribuidas las
heridas lo más probable es que lo hayan tomado por sorpresa y le
dispararan primero de frente y luego lo remataron con varios tiros en
la nuca", dijo a Télam un jefe policial.
Los peritos ya tienen
en su poder cuatro vainas servidas y los plomos extraídos del cráneo de
la víctima en la autopsia, pertenecientes a la pistola calibre 22
utilizada en el crimen y que podrían servir para un futuro cotejo
balístico.
La principal hipótesis es que se trató de un crimen
por algún tipo de venganza o ajuste de cuentas, ya que junto al cadáver
apareció una carta confeccionada con letras de recortes de diarios que
decía: "Los que no tienen códigos terminan así".
Esa carta ya está siendo analizada por los peritos de la Policía Científica en búsqueda de alguna huella o rastro del asesino.
Sin
embargo, la fiscalía y la policía no descartan que la carta con el
mensaje haya sido "plantada" con el objetivo de desviar la
investigación hacia un crimen político o mafioso y que el móvil del
asesinato esté relacionado a alguna cuestión más personal o hasta
pasional.
Los pesquisas siguen la pista del celular de Giglio
que fue secuestrado en la escena del crimen, en busca de las últimas
llamadas realizadas y recibidas desde ese teléfono, así como también
sus mensajes de texto.
Ayer, José Alessi, ex candidato a
intendente de Avellaneda y en cuya lista Giglio fue candidato a
consejero escolar, sostuvo que la víctima había estado el martes a las
13 en el Concejo Deliberante reunida en el despacho del concejal Ramón
Leiva.
En ese momento, Giglio recibió un llamado a su celular
que no atendió y luego un mensaje de texto que al leerlo hizo que el
hombre se fuera "preocupado y sin saludar" del despacho del concejal,
contó Alessi, quien pidió que se investigue si esa situación está
relacionada con el posterior asesinato.
"Estuvimos desde las
11.30 hasta las 13.30 dialogando de varios temas de los cuáles Giglio
no se mostró preocupado por ninguno de ellos", recordó hoy a Télam el
concejal Leiva.
"Lo que nos llamó la atención fue que cuando le sonó por segunda vez el celular salió del despacho y no regresó más", indicó.
Además
contó que calcula que el crimen ocurrió poco después de las 14, momento
en que la mujer de Giglio habló por última vez con la víctima.
"Ella
cuenta que a la tarde él le hablaba con evasivas", sostuvo. Leiva se
presentó esta mañana a declarar ante el fiscal de la causa, Roberto
Russo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de
Avellaneda, quien le preguntó sobre otras actividades de Giglio.
"Le
conté que Juan militaba en River Plate y que tenía una relación muy
amena con la agrupación de Darío Santilli", explicó Leiva, quien aclaró
que no necesariamente esa situación deba ser una pista en la
investigación.
Giglio (58) fue encontrado asesinado el martes
a las 19 en la oficina que alquilaba en avenida Mitre 321, a metros del
Puente Pueyrredón, en el límite entre Avellaneda y la Capital Federal.
Los
investigadores descartaron desde el inicio el móvil de un robo por el
mensaje intimidatorio que fue encontrado junto al cadáver. Giglio era
militante del Partido Justicialista y en la oficina donde fue asesinado
tenía la sede de la Asociación Civil "Avellaneda Solidaria" de la que
él era presidente. (Telam)
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