Una mujer recurrió a la Justicia porque un consorcio prohibió el ingreso de empleadas domésticas por la puerta principal del edificio donde trabaja. Además, dijo que eran descalificadas verbalmente.
"Nos sentimos discriminadas, y también nos llaman 'siervas'", dijo Julia, una mujer que realiza tareas de limpieza en la torre de Santa Fe 1247, en el microcentro rosarino.
Una empleada doméstica denunció al consorcio de un edificio céntrico de
Rosario por disponer que ingrese diariamente por una puerta lateral y
no por el acceso principal de la torre, que es la entrada que usan
todos los habitantes.
La
denuncia fue ventilada esta mañana en declaraciones a Radio Dos. La
empleada dijo que "el administrador y el presidente del consorcio
mandaron una carta al personal de vigilancia para que nos prohíba la
entrada por el hall central, como lo hace el resto de los habitantes y
visitas".
El consorcio también le impuso a los vigiladores que
informen si alguna de las personas vedadas viola esa orden y persiste
en entrar por la puerta principal. La restricción es extensiva al
personal de limpieza y de mantenimiento.
"No tienen derecho a
hacer esto. Mucha gente en el edificio coincide con nosotros. Es una
forma de discriminarnos. También han dicho delante nuestro que las
siervas no tienen derecho a ingresar por el hall", protestó Julia. (CriticaDigital.com)
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