En el Hospital del Niño Jesús, un grupo de profesionales trabaja intensamente, llevando información a los padres de los chicos del peligro de consumir alimentos en mal estado o mal cocidos. Se trata de una enfermedad que se produce por una bacteria que contamina los alimentos.
Los síntomas son múltiples y esta enfermedad puede producir la muerte.
“Esta es una enfermedad que comienza con la contaminación de los alimentos, producida por una bacteria. Posterior a esto, comienzan en el chico los síntomas de diarrea o cualquier otro trastorno gastrointestinal y pérdida de apetito, el paso siguiente es esta enfermedad. Se nota cuando el niño se pone pálido, irritable y comienza a orinar menos”, explicó la doctora Susana Miceli, jefa del servicio de Nefrología.
Según la especialista, en estos casos, es muy importante que los papás controlen la cantidad de líquido que se ingiere y cómo es la orina. Si bien la bacteria puede contaminar un alimento durante todo el año, en esta época, los casos tienden a incrementarse. En otoño también se advierte un incremento de consultas por esta patología.
En relación a las recomendaciones
a la que los padres deben hacer caso omiso, con el objetivo de evitar
este tipo de trastornos gastrointestinales severos en sus hijos, la
médico explicó que es fundamental el lavado de manos antes de preparar
la comida, separar los utensilios que se utilizarán para cortar carne
(que es la que se infecta) de los que se usarán para picar verdura,
lavar las verduras con agua potable (sino con lavandina) y, especialmente,
la excelente cocción de la carne. Esto es: ni hamburguesas, ni bifes
rojitos o semicrudos, sino cocinados totalmente.
María Celia Nahra
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