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AMPLIARPor suerte Analía Osores está con su familia

Un caso de trata de personas con final feliz

Cintia Analía Osores desapareció el martes por la noche en Aguilares. Apareció el miércoles a las 22 pero en Catamarca. “Por las pistas, el caso tiene las características de un intento de trata de personas”, dijo Carlos Garmendia, abogado de la Fundación Marita Verón. Buen trabajo en conjunto de la policía, junto con la División Trata de Personas y la Fundación Marita Verón.

La llevaron a un lugar donde habían dos chicas más, una de ellas catamarqueña.

El martes a la noche Cintia Osores fue secuestrada por dos hombres, la subieron en un Renault 19 cuando ingresaba a la heladería donde trabaja en su ciudad Aguilares. La joven fue secuestrada alrededor de las 17, testigos denunciaron el hecho a la policía tucumana. A las 17,20 desde Tucumán se comunicaron con la policía de Catamarca para solicitar la identificación del vehículo. A las 22,40 del día siguiente la encontraron cerca del cementerio municipal de la vecina provincia.

Según relató la joven a la policía catamarqueña, una vez que fue trasladada al hospital San Juan Bautista, los hombres a bordo de un automóvil Renault 19 la agarraron por la fuerza cuando ingresaba al local comercial donde trabaja en Aguilares. Planeaban llevarla a La Rioja, pero se desviaron y la bajaron del vehículo en movimiento.

De esta manera TucumánHoy dialogó con Carlos Garmendia abogado de la Fundación Marita Verón, que estuvo en Catamarca colaborando con la investigación. “Por las pistas tiene características de un intento de trata de personas”, afirmó.

“Días atrás un hombre la seguía, en tres ocasiones le preguntó sobre algunas calles, incluso fue hasta el trabajo de Cintia. De pronto se baja otro tipo del auto, la empujan a la fuerza, le bajan la cabeza y la suben. Viajan por ruta durante un tiempo considerable, hasta que la meten en una casa, donde habían dos chicas más, entre ellas una mujer de Catamarca, casualmente hay una denuncia de un secuestro a una chica catamarqueña”, explicó Garmendia.

Luego “le vendan los ojos y vuelvan a transitar por la ruta. A las 22 del miércoles la dejan abandonada cerca del Cementerio Municipal, camina unos metros, hasta que se encuentra con una pareja que gentilemente la llevan a la terminal”, prosiguió el especialista.

“Paralelo a todo esto, su madre, hace la denuncia a las 7 del miércoles. Se entera Defensa Civil y nos avisan, inmediatamente nos dirigimos con la Doctora Ponce a la vecina provincia. Llegamos a las 17, coordinamos con la policía y con la División Trata de Personas”, a Cargo de Pablo Barrionuevo. “Dimos conocimiento a la policía de Catamarca y La Rioja. Pusieron puestos de control en puntos estratégicos y cerraron la provincia”, indicó Garmendia.

Según el abogado los delincuentes se sintieron cercados y desistieron del secuestro. Afortunadamente la historia tiene un final feliz. “Esto gracias al enorme trabajo de la Policía de Aguilares a cargo del Comisario Ramón Quinteros y el subcomisario Miguel Gimenez, al igual que Pablo Barrionuevo titular de la División Trata de Personas y la policía de Catamarca”, refirió el profesional de las leyes.

Por su parte Barrionuevo manifestó a la prensa que “el estado de salud de Osores es óptimo, no presenta lesiones visibles” pero “se negó a un examen ginecológico”. Respecto a los secuestradores “no hay demasiados datos, todo es demasiado prematuro”, comentó.

Claves

El secuestro no llegó a buen puerto “gracias a la rápida denuncia de la madre”, aseguró Garmendia. Ya que “la joven le había confesado a su mamá que un hombre la venía persiguiendo desde hacía unos días”, indicó. Todo esto, ligado al trabajo en conjunto de la policía de Catamarca, La Rioja y Tucumán, junto con la División Trata de Personas y la Fundación Marita Verón.

Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com