Se trata del ex jefe naval Randolfo Agusti Scacchi, quien tenía orden de captura desde el 16 de diciembre último. Se presentó ayer ante la Justicia "para estar a derecho" y quedó detenido. Está acusado de alrededor de tres centenares de delitos de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención.
El ex jefe naval Randolfo Agusti Scacchi, con orden de captura desde el 16 de diciembre último, se presentó "para estar a derecho" ante el juez federal Sergio Torres tras lo cual quedó detenido; indicaron ayer a Télam fuentes judiciales.
Agusti Scacchi está acusado de alrededor de tres centenares de delitos
de "lesa humanidad" cometidos en el centro clandestino de detención que
funcionaba en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA),
durante la última dictadura militar.
Según indicaron a Télam
fuentes judiciales, Agusti Scacchi se presentó ayer en los tribunales
de Comodoro Py de esta Capital, acompañado por su defensor Federico
Figueroa.
Allí, con la intervención del secretario Pablo
Yadarola, el juez le tomó indagatoria y dispuso su remisión a una
cárcel del Servicio Penitenciario Federal.
Fuentes allegadas a
la pesquisa indicaron que Agusti Scacchi argumentó que se encontraba de
viaje, negó los hechos que se le imputan y "ofreció medidas de prueba"
cuya procedencia, o no, evaluará el juez Torres.
El ex marino
estaba prófugo desde mediados de diciembre cuando Torres ordenó su
detención junto a otra decena de represores acusados de gravísimas
violaciones a los derechos humanos cometidas en la ESMA durante la
dictadura militar.
Esas órdenes de detención incluían a Hugo
Siffredi, Juan Palomar, Francisco Di Paola, Luciano Becerra, Guillermo
Horacio Pazos, Omar Alonso Eyzaguirre, Héctor Francico Polchi, Antonio
Rosario Pereyra, Orlando González, Daniel Humberto Baucero y Rodolfo
Oscar Cionchi.
Las mismas fuentes indicaron que los ex marinos
están imputados por alrededor de tres centenares de hechos que
incluyeron, entre otros delitos, la privación ilegal de la libertad y
los tomentos aplicados a los prisioneros en el centro clandestino de
detención que funcionaba en ese instituto de formación naval.
La
medida se tomó en la "megacausa ESMA" reabierta tras la derogación y
declaración de "nulidad insalvable" de las leyes de obediencia debida y
punto final, en la que varios de sus "legajos" (secuestro de Rodolfo
Walsh y de las monjas francesas Leonnie Duquet y Alice Domon, entre
otros) ya fueron elevados a juicio oral.
En ese expediente ayer
el magistrado ordenó las indagatorias de una treintena de ex jefes
navales, encabezados por el destituido ex capitán de la Armada Alfredo
Astiz, por el secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmar Ingrid
Hagelin.
En audiencias que se celebrarán durante todo el mes de
febrero también serán indagados Jorge "el Tigre" Acosta, Juan Carlos
Rolón, Antonio Pernías, Carlos Guillermo Suárez Mason, hijo del
homónimo fallecido ex general del Ejército, Jorge Carlos Radice y el
extraditado Ricardo Miguel Cavallo, entre otros.
Los represores
Luciano Becerra, Eugenio Vilardo, Hugo Damario, Carlos Daviou, Juan
Carlos Fotea, Miguel García Velazco, Ricardo Lynch Jones, Pablo García
Velazco, Edgardo Otero, Roberto Pérez Froio, Alberto Eduardo González,
Ernesto Frimón Weber y Antonio Vañek, entre otros, forman parte del
listado de imputados a quienes indagará el juez Torres.
Junto a
esos ex jefes militares el magistrado también convocará a Julio Torti,
Raúl Scheller, Néstor Omar Savio, Julio César Coronel, Rogelio Martínez
Pizarro, Carlos Orlando Generoso, Víctor Francisco Cardo, Oscar Antonio
Montes, Pedro Santamaría, Francisco Rioja, Raúl Jorge González y Manuel
Jacinto García.
De acuerdo a los testimonios recogidos en la
investigación Hagelin, de 17 años al momento de los hechos, fue baleada
y secuestrada el 27 de enero de 1977, en la bonaerense localidad de El
Palomar, donde iba a visitar a su amiga Norma Susana Burgos quien había
sido privada ilegítimamente de su libertad el día anterior.
Crónicas
sobre el secuestro refieren que encabezaba el operativo un hombre
"alto, rubio, atlético y de ojos celestes" que posteriormente
identificaron como Astiz y que el objetivo del procedimiento era
capturar a María Antonia Berger, "de aspecto similar al de Dagmar, pero
un poco más alta".
Otros informes obrantes en la causa indican
que la muchacha intentó escapar a la carrera y que habría sido Astiz
quien desenfundó su arma, puso la rodilla en tierra y al grito de
"parate flaca que te tiro", efectuó un disparo que impactó en la
muchacha haciéndola caer para atraparla y conducirla al centro
clandestino que operaba en la ESMA. (Telam)
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