El cardenal que ofició como nuncio en Argentina entre 1976 y 1980 falleció ayer en Roma, debido a una enfermedad hematológica que derivó en una insuficiencia cardiovascular.
A pesar de estar enfermo, Laghi participó en diciembre en la audiencia de la Curia con el Papa en oportunidad de los saludos navideños.
Según informaron la agencia de noticias Ansa y el diario L’Osservatore
Romano, Laghi, quien fue acusado por familiares de desaparecidos de
haber colaborado con la última dictadura militar, es velado la
anoche del sábado en una capilla ardiente que fue dispuesta en el hospital San
Carlo de Nancy, y mañana trasladarán sus restos al Vaticano.
Los
funerales se celebrarán el martes a las 11 en San Pedro, a cargo del
decano del colegio cardenalicio Angelo Sodano, y para la liturgia de
exequias estará también el Papa, Benedicto XVI.
Laghi tuvo una
controvertida actuación durante los cuatro años en los que se desempeñó
como nuncio apostólico en la Argentina de la dictadura. Para el
sociólogo y especialista en religión Fortunato Mallimaci, Laghi es "el
típico caso de un embajador del Vaticano que deja en evidencia la
complicidad entre la dictadura y una Iglesia, que nunca denunció los
delitos de lesa humanidad que se cometían en el país".
En
diálogo con Télam, el ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de
la UBA, sostuvo que "más allá de la buena voluntad" que pudiera haber
tenido Laghi por salvar vidas, "lo que se debe juzgar es la vinculación
de la Iglesia con el gobierno de la dictadura".
No obstante,
recordó que durante los años de plomo, el enviado del Papa, Paulo VI,
"nunca recibió a las Madres, ni a la Abuelas de Plaza de Mayo, como
tampoco organizó espacios de solidaridad con los perseguidos políticos,
como si ocurrió en otros países de Latinoamérica".
Tres días
antes de su fallecimiento el cardenal Laghi había recibido la visita
del secretario del Papa, Benedicto XVI, monseñor Georg Gaenswein. A
pesar de estar enfermo, Laghi participó en diciembre en la audiencia de
la Curia con el Papa en oportunidad de los saludos navideños.
Laghi,
cardenal desde 1991, fue delegado apostólico en Tierra Santa y amigo
personal de Golda Meir y entre 1976 y 1980 fue Nuncio en Argentina.
Luego se desempeñó en la sede diplomática vaticana en Washington hasta
1990, primero como delegado apostólico y luego como primer nuncio ante
la administración estadounidense; mientras que desde 1990 hasta 1999
fue prefecto de la congregación católica.
Entre sus
actuaciones ligadas a la Argentina, Laghi tuvo una decisiva
participación durante la mediación del Papa Juan Pablo II que evitó un
conflicto bélico entre la Argentina y Chile por el Canal de Beagle, a
fines de 1978.
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