Lo afirma un estudio realizado en Estados Unidos, publicado en la revista Nature. El profesor Larry Young dijo que sería posible que se desarrollaran afrodisíacos químicos que harían que "nos enamorásemos de la primera persona con la que nos cruzáramos".
Según Young también sería posible que aquellos que se enamoran de quien no deben, se les podría dar un antídoto contra un amor inadecuado.
El amor puede explicarse a través de una serie de procesos
neuroquímicos que suceden en áreas específicas del cerebro, según un
estudio realizado en Estados Unidos, publicado en la revista Nature.
Así
lo explicó el profesor Larry Young, de la Universidad Emory de Atlanta,
quien afirmó además que así sería posible que los científicos
desarrollaran afrodisíacos químicos que harían que nos enamorásemos de
la primera persona con la que nos cruzáramos.
Según Young
también sería posible que aquellos que se enamoran de quien no deben,
se les podría dar un antídoto contra un amor inadecuado.
Inclusive
se podría llegar a realizar un "test del amor" para saber si dos
personas están predispuestas a tener una vida en común feliz. Young
destierra la idea que a lo largo de los siglos los poetas sostuvieron:
que el amor es algo que va más allá del entendimiento.
"No sé
si seremos capaces de entenderlo totalmente, pero creo que nuestras
emociones han evolucionado de comportamientos y emociones que provienen
del reino animal", aseguró el científico en el artículo reproducido por
la BBC. "No creo -agregó- que la manera en que una madre quiere a un
hijo sea tan diferente del amor que una madre chimpancé siente por sus
crías, o incluso una rata".
En los animales, los científicos
han descubierto que una sustancia química, la oxitocina, es la
responsable de desarrollar el vínculo entre la madre y su hijo y Young
cree que es muy posible que el mismo proceso suceda en los humanos. "Lo
que pasa es que cuando experimentamos esas emociones son tan intensas
que no podemos imaginar que se trata tan sólo de una serie de procesos
químicos", aseguró.
Los investigadores hallaron que la
oxitocina es la responsable de vincular a los ratones de campo, que
como los humanos crean un fuerte vínculo entre ellos que dura durante
un largo tiempo.
También realizaron estudios en humanos que
muestran que la oxitocina incrementa la confianza y la habilidad de
comprender las emociones en los otros. Así que Young asegura que tiene
sentido pensar que el mismo tipo de molécula está involucrada en
fortalecer los vínculos entre las personas.
El científico cree
que también hay otras sustancias químicas responsables de fortalecer
ese vínculo, así que tan sólo se debe investigar para averiguar cuáles
son. "Estoy seguro de que esto es sólo el principio.
Hay
cientos de moléculas de señalización que actúan en áreas diferentes del
cerebro", indicó. Young estimó que "algún día entenderemos mejor cómo
interactúan todas esas sustancias químicas en áreas especificas del
cerebro que tienen la función de hacer surgir esas emociones complejas".
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