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Uruguay: día de la memoria y la masacre de indígenas en 1831

La decisión del gobierno uruguayo de proponer al Congreso el establecimiento del 11 de abril como "Día de la Memoria" en ese país, evoca lo ocurrido en esa misma fecha, en 1831, cuando el gobierno de entonces produjo una matanza de indigenas charrùas, en lo que se conoce como "La Masacre de Salsipuedes".

Muchos de ellos habían servido bajo las ordenes del procer uruguayo José Gervasio de Artigas, propugnador de la igualdad de derechos para los pueblos originarios.

El historiador uruguayo Hugo Varela Brown escribió en abril de 2008 un artìculo sobre aquel episodio,  en la publicación "Ecos Regionales" de Montevideo, que reproducimos ahora en MERCOSUR Noticias:
 
 "Al conmemorarse los 177 años de la matanza de los grupos charrúas en la región de Salsipuedes (que lleva su nombre precisamente por el lugar en donde fueron muertos los indígenas) la Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa en especial, y el Uruguay en general, recuerdan aquel oscuro día de la Historia Nacional, reivindicando hoy la identidad del indio como parte de nuestro acervo cultural e histórico.

"Luego de derrotado (Josè Gervasio de )Artigas, los indígenas fueron considerados como problemas insolubles a efectos de consolidar la estabilidad social y económica de la campaña oriental, en base a los intereses que predominaban en ese momento histórico. Los mismos que habían sido protagonistas decisivos en los ejércitos orientales de la revolución, fueron perseguidos y exterminados en ese sombrío día del mes de abril.

"Cierta historiografía liberal que ha editado libros sobre el hecho, han presentado los sucesos de Salsipuedes como un acto para “salvar la civilización” y para “ afirmar los valores nacionales ”…pero la profundización de la investigación y los hechos incontrastables allí ocurridos, quedaron estampados en la Historia Nacional como: La matanza de Salsipuedes, en la cual los indígenas fueron atraídos y emboscados, en base a la confianza y acercamiento que había tenido con las huestes de Fructuoso y Bernabé Rivera (el primero de ellos Presidente.de la República, quien dio la orden para el ataque).
"En momentos en que sale este número de "Ecos Regionales", se procede al homenaje justo y emocionado en el monumento a la Nación Charrúa (en el Prado de Montevideo), por tal motivo, qué mejor que publicar el mensaje textual de la Asociación de Descendientes de Charrúas, que expresa:
“ El viejo espíritu charrúa no ha muerto. Forma parte de nuestra identidad. Está vivo en los descendientes directos que aún viven en suelo uruguayo y en otros países hermanos.

"Honor eterno a estas mujeres y hombres artiguistas caídos en Salsipuedes - Paso del Queguay – en las proximidades de la Cueva del Tigre y en tantos otros pasajes de su martirologio.
"En este día convocamos a nuestro pueblo a la reflexión general acerca de sus propias raíces históricas, así como el proceso de resistencia indígena en defensa de esta tierra”.

La tradición historiográfica afirma ser el año 1831 aquel en que desaparecieron los charrúas como entidad demográfica de cierto peso, cuando fueron aniquilados por las tropas del primer gobierno republicano del Uruguay independiente, esa destrucción no impidió que la sangre indígena penetrara en capas de cierta importancia de la población campesina del país, en particular guaraní proveniente del territorio que ocuparon las Misiones Jesuíticas. De cualquier modo, el llamado "exterminio de los indígenas en Salsipuedes" (1831) fundó el mito del Uruguay europeo y blanco que las clases dirigentes del país siempre alimentaron, tanto más cuanto la inmigración transcontinental fue, en efecto, la bases del crecimiento demográfico uruguayo".