Los argentinos suelen consumir en Navidad y Año Nuevo comidas elaboradas de alto contenido calórico que son inapropiadas para el verano, por eso los nutricionistas aconsejan incluir en el menú para estas fiestas carnes magras, vegetales y evitar excesos de alimentos y alcohol.
Mónica Katz, nutricionista de la Universidad de la Fundación Favaloro, señaló que en las fiestas "los argentinos comemos de más y como si fuera pleno invierno respecto a las calorías".
Los platos para estas celebraciones siguen, en muchos casos, la tradición del continente europeo, donde en esta época del año predominan las temperaturas bajo cero y se emplean en las comidas frutas secas y carnes con alto contenido graso.
Mónica Katz, nutricionista de la Universidad de la Fundación Favaloro, señaló que en las fiestas "los argentinos comemos de más y como si fuera pleno invierno respecto a las calorías".
La especialista agregó que "además, no tenemos en cuenta que no estamos diseñados, como especie, para tal variedad y cantidad de comidas".
Por eso, sostuvo que "sería conveniente incluir en las fiestas alguna carne magra: pescado, pavita, carré de cerdo, lomo o pollo, acompañado de guarniciones que incluyeran algo denso en calorías, pero siempre acompañado de vegetales".
"De esta forma siempre balanceamos la densidad calórica del menú y lo mejor es, sin duda, servir un plato a cada comensal y, si se desea, incluir una entrada y un plato principal", puntualizó.
Katz destacó que "en general hay problemas digestivos y atracones en las fiestas y sucede porque mucha gente come como si fuera la última cena".
"Ni hablar de los dietantes crónicos que viven eternamente a 1.000 calorías por día y, al enfrentarse a la comida libremente, no son capaces de manejar la alimentación", alertó.
Según la nutricionista, "en general lo mejor es optar por un plan alimentario simplemente saludable" y criticó las dietas extremas después de las fiestas, "porque si intento así reparar los errores, voy a preparar tal vez un descontrol o un atracón futuro".
En cuanto al consumo de alcohol, señaló que "lo ideal es manejarlo con el objeto de brindar y desde un lugar de placer", porque "si al alcohol lo utilizo para colocarme en un determinado estado o para aflojarme y hacer lo que sobrio no me animo, estoy en problemas".
"Además es fundamental recordar la regla básica: en la mujer una copa de alcohol lleva dos horas para ser metabolizado y en el hombre una hora, y eso hay que tenerlo en cuenta para disfrutar sin accidentes el comienzo del año", consideró la especialista.
Viviana Langer, docente de la carrera de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA), coincidió en que en las fiestas “en general se comen alimentos con alta proporción de grasas".
"La situación -dijo- se complica aún más cuando los festejos comienzan antes de estas fechas, como suele suceder últimamente y también se termina de comer lo que sobró varios días después, lo cual extiende ese tipo de comida festiva".
Esta nutricionista opinó que "también se deben tener en cuenta los extras al plato principal, que no siempre es tan calórico, sobre todo los postres, dulces y el omnipresente alcohol que convierten a estas comidas en mas calóricas de lo debido".
Langer manifestó que "según mi criterio, no existe un menú ideal para Navidad y Año Nuevo, y creo que lo mejor es que se comparta en familia, pero con la sugerencia de que se preparen cantidades suficientes y no exageradas".
Respecto a las comidas que deben dársele a los chicos, indicó que "a partir del año de edad, los niños prácticamente pueden y deben comer lo que el resto de la familia come".
"De esa manera -consideró- se irá acostumbrando poco a poco a probar y comer de todo en poca cantidad, lo cual es muy bueno y saludable". (Télam)
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff