19/12/2008 - Derechos Humanos

Presidente del Colegio de Abogados coincide en que es un día de vergüenza

El presidente del Colegio Publico de Abogados de la Capital Federal, Jorge Rizzo afirmó ayer que las excarcelaciones dispuestas por el tribunal de Casación Penal para Alfredo Astiz y otros veinte represores procesados por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, constituyen "un día de vergüenza para La Argentina y para la humanidad".

En dialogo con Télam, el titular de la entidad que agrupa a más de 100.000 abogados de la Capital Federal, dijo no "tener dudas de que la resolución del máximo tribunal penal del país -que ordenó las excarcelaciones de los represores de la ESMA-  es cuanto menos vergonzoso desde un punto de vista ético y moral", reafirmó.

Rizzo coincidió con la calificación de "vergüenza nacional" realizada por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y con la responsabilidad que el ministro de la Corte Carlos Fayt le atribuyó al Congreso, en las excarcelaciones, por no haber dictado nuevas normas procesales, pero reconoció que "la máxima responsabilidad le cabe a la Cámara de Casación Penal".

"Lo más lamentable de todo esto -dijo Rizzo-, es que lo veíamos venir desde hace mas de un año cuando denunciamos las demoras que producía el tribunal que presidía el ex juez Alfredo Bisordi" en el tratamiento de las causas que involucraban a procesados por delitos de lesa humanidad producidos durante la ultima dictadura.

El presidente del Colegio de Abogados, recordó haber recibido insultos en esa oportunidad "por parte de Bisordi y muchos otros que deben estar hoy muy felices con los resultados obtenidos" y lamentó que "se haya aceptado la renuncia del ex magistrado, en lugar de someterlo a juicio político" concluyó.

Rizzo reiteró que en torno a las excarcelaciones hay "responsabilidades compartidas tanto de la justicia como de los legisladores y también de los abogados que utilizamos todas las tácticas que están a mano para ir demorando los pleitos", aunque aclaró que esto ultimo, "está dentro del lícito juego del debido proceso y del derecho de defensa". (Télam)