En la reciente presentación del libro del Legislador Sisto Terán, un jubilado dio a conocer como un anti prólogo del ejemplar la siguiente carta que quisiera compartir con los lectores de esta editorial:
San Miguel de Tucumán, 16 de diciembre de 2008
Sr. AUTOR
Libro “YO NO CREO EN LA MUERTE, ¿Y UD.?”
Ud. no cree en la muerte porque goza de las mieles del poder desde que ocupó funciones como Director de Turismo, Legislador, Vice-Gobernador y, actualmente, Legislador, lo que le permitió enriquecerse a costa de la función pública y del dinero de la gente, y hoy vive en la opulencia y sin las necesidades primarias que padece el hombre común. Ha adquirido propiedades y extensiones de tierra productiva, convirtiéndose en productor, engrosando sus crecientes arcas, además de recibir una dieta de $40.000 mensuales como representante del pueblo. Es así como pasó de una vivienda de departamento a un country en la exclusiva zona de Yerba Buena, y de un coche familiar a una lujosa 4x4. Ud., seguramente, pensará que la muerte no le llegará por su buen pasar, pero los años nos van marcando, aunque no le haga mella por el alto nivel de vida alcanzado por su permeabilidad a adaptarse al poder de turno, siendo hoy un fiel y obsecuente servidor del actual gobierno, olvidando su origen y cambiante trayectoria política. Hoy, sólo le faltaría, para concretar la idea de la gente sobre los políticos que nos representan, cambiar de mujer, ya que Ud. ya cambió su casa y su coche. Su desaprensión por las necesidades de la gente lo lleva a creer sólo en si mismo y no en el advenimiento de la muerte. En cambio yo, que ya padezco de muerte civil porque la sociedad me tiene excluido de toda actividad pública por la vejez alcanzada y que, inexorablemente, a todos nos llega. También sumo carencias esenciales de calidad de vida como ser: alimentos, medicamentos, salud y atención, seguridad, y magros ingresos porque ustedes, señores Representantes del Pueblo, nos niegan acceder a una jubilación digna después de tantos años de aporte, privándonos del 82% móvil establecido por Ley y que Ud., en imágenes públicas, aparece con su acostumbrada, amplia y repugnante sonrisa manifestando el rechazo del juicio político, con el que pretendíamos que se reconozcan nuestros derechos.
Es por ello que yo si creo en la muerte.
Un Jubilado
Edmundo H. Romano
L.E.: 7.071.588
Balcarce 221, Tucumán
Tel.: 4212274
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