La crisis financiera internacional ofrece riesgos, pero también grandes oportunidades para la profundización del proceso de integración regional. Esa es una de las conclusiones de la Cumbre Social que comenzó el domingo y sigue hoy lunes en San Salvador (Brasil), con la presencia de representantes de gobiernos y de segmentos de la sociedad civil organizada de los países miembros y asociados del bloque.
Para André Biancarelli, de la Unicamp (Universidad provincial de Campinas, Brasil), el proceso de integración puede ser una de las salidas para atenuar los efectos negativos de la crisis, que ciertamente vendrán. Tanto por el lado del comercio como por el lado de los mecanismos financieros de apoyo a la integración suramericana, hay un espacio para avances, cree André Biancarelli, economista y profesor de la Unicamp, que integró la mesa de un grupo de trabajo sobre los impactos de la crisis financiera en el proceso de integración suramericana.
Él se acordó que los cambios comerciales intra-regionales tienen mayor valor agregado que la pauta exportadora de la región para el resto del mundo. Alerta, sin embargo, para los riesgos de las llamadas tentativas de diferenciación, ya verificadas en otros momentos de crisis, principalmente en el aspecto financiero.
“Podemos ver un país intentando alejarse del vecino porque tomó una u otra actitud no muy bien vista por los mercados, como por ejemplo Brasil diciendo que no es Argentina. Ciertamente, la actitud del Ecuador con su deuda va a entorpecer la aproximación regional”, ponderó. “Por encima de todo, es preciso tener cuidado en la conducción del proceso desde el punto de vista político, ya que la crisis va a demandar más del proceso de integración y, al mismo tiempo, puede crear las condiciones para que el proceso de integración empeore su ritmo”, alertó.
Roberto Jeferson, del programa Social y Solidario, dijo que es hora de pasar de los “eslogans bonitos” – como "Un Otro Mundo es Posible" (del Fórum Social Mundial), "Una Otra Economía es Posible" y "La Integración es Posible" - para la indicación de mecanismos institucionales que efectivamente estimulen el proceso de integración de la región. “También tenemos que definir cual es el modelo de Estado que queremos, cuál el papel que el Estado debe tener”, propuso.
Para Victor Hugo Peña, representante de la Cancillería paraguaya en el programa “Somos MERCOSUR”, es preciso reforzar el papel del Estado intervencionista y también ampliar la participación social. “Tiene que haber una presencia muy fuerte del Estado en la economía que redimensione el papel del mercado y también el papel de la sociedad. Necesitamos de una sociedad que participe, que actúe, que sea capaz de interferir en las tomas de decisiones y en la formulación de la agenda nacional e internacional”, defendió.
Peña también defendió la profundización de la integración financiera en el proceso de integración regional. “Estados Unidos de América está perdiendo su capacidad dinamizadora y de consumo y esta reducción va a traer consecuencias que solamente podrían ser revertidas a partir justamente de la mayor integración”, resaltó. “Eso significa integración física, integración económica, coordinación macroeconómica y, obviamente, llegar a una moneda común, pero ese debe ser un proceso más largo que lo de integración financiera”, dijo Peña.
Ligia Correa, de la Confederación de las Mujeres de Brasil, sostuvo que la economía mundial era una vuelta al consumo de Estados Unidos y que la crisis financiera es una oportunidad para “dar vuelta la página” y construir un nuevo orden económico y social. “Para la gente salir de esa crisis no bastaba con transferir el poder para otra región, cada país necesita recoger una salida autónoma. Necesitamos invertir en nuestro mercado interno y controlar el flujo de capital. El papel del Estado es fundamental”, afirmó.
Ya Ubiraci Dantas de Oliveira, de la Central General de Trabajadores (CGTB), manifestó la preocupación de los movimientos sindicales con relación a las tasas de intereses en Brasil, acordando que el documento con esta posición fue llevado al presidente Luiz Inácio Lula da Silva el mes pasado. “Hay lugares en que los intereses están en un 3%, un 4%. Aquí están en un 13,5%. Eso prohíbe el desarrollo porque prohíbe inversiones”, alertó. “Queremos que el presidente diga a Henrique Meirelles (presidente del Banco Central de Brasil) que no le de la espalda a la nación. Si en el año 2010 volvemos hacia atrás, será malo para nosotros, para Argentina, para Venezuela, para Bolivia, para todo el mundo ”, añadió. Meirelles está en la Costa del Sauípe para la reunión del Consejo del Mercado Común – instancia decisiva para el encuentro con los presidentes de los bancos centrales y con los ministros del área económica del bloque.
La sociedad civil pasó a participar formalmente de la construcción de una agenda de integración en el 2006. Este año, la Cumbre Social tiene como tema central la integración productiva y social. Los resultados serán sistematizados sólo en un mes, pero las principales conclusiones serán presentadas en la Cumbre de Jefes de Estado, este martes, en Costa de Sauípe, San Salvador, Brasil.
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