La sesión de ayer fue tranquila. No hubo entredichos. Se enumeraron todas las normas que serían derogadas. Hoy, con jornada extendida finalizará la sanción parlamentaria del histórico digesto.
Con las 600 normas derogadas en el día de ayer, la depuración ya supera las 1.600 leyes, sobre un total de casi 8.000 puestas a consideración del cuerpo.
En una sesión sin sobresaltos, los legisladores de la Comisión de “Leyes de Obras Públicas” repasaron su dictamen, según el cual, aconsejaban derogar aproximadamente 600 normas relacionadas con ese tema.
Si bien la asistencia de los legisladores fue casi completa, en ningún momento se encontraron todos en el recinto.Muchos de ellos aprovechan la oportunidad para salir al patio a fumar o a tomar un café. Eso sí, sin salir del edificio.
Entre las leyes derogadas más interesantes, se contempla la creación de diferentes ramales ferroviarios, una red de canales y de caminos que favorecerían el riego y el intercambio económico en toda la provincia que nunca fueron construídos.
Mientras los integrantes de la comisión de Obras Públicas enumeraban largamente las leyes que se derogarían (en su mayoría tenían el objeto cumplido o los plazos vencidos), gran parte de los legisladores se encontraban en el comedor o dando vueltas por el patio de la legislatura.
El recinto de debate solo se pobló para cada votación. Como por obra de magia aparecían los legisladores para levantar la mano y cumplir, de esa simple manera, con sus obligaciones parlamentarias.
Para la votación final, cuando por fin los integrantes de la comisión de Obras Públicas habían culminado con su extensa exposición, muchos legisladores cansados de entrar y salir, votaron (a medias) mientras ingresaban por el pasillo que da a la zona del comedor.
Luego, debieron tratarse las leyes referidas a “Hacienda y Presupuesto”, pero dado el “estado avanzado del tiempo”, del mediodía, los legisladores decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta hoy, a partir de las 8.
La sesión legislativa fue, nuevamente, ornamentada por el historiador Carlos Páez de la Torre con un repaso de los acontecimientos históricos más importantes de la provincia y el país, entre los años 1910 y 1930.
Siempre resaltando el gran trabajo de selección de las fuentes historiográficas, repasó muy fugazmente el compromiso de los 40.000 tucumanos que apoyaron la Revolución de Mayo en 1810, la Batalla de Tucumán en 1812, la creación de la provincia autónoma de Tucumán en 1814, el nacimiento de los sentimientos federales hacia 1819, la primera junta de representantes en 1822, primer esbozo de división de poderes, y el fusilamiento del caudillo Bernabé Aráoz en 1823, entre otros sucesos.
Juan Villarrubia
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