Integrantes de la agrupación HIJOS protestaron ayer al mediodía frente al Palacio de Tribunales por la "lentitud" de la justicia en las causas por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar.
Los manifestantes, quienes cortaron la calle Talcahuano al 500 de esta capital, hicieron sonar bombos, tamboriles, pitos y cornetas "para despertar a la justicia".
Un centenar de jóvenes pidió, inclusive con pintadas en la calzada "juicio y castigo para los genocidas" ya que, según precisaron, "solo hubo 9 procesos, con 35 condenados", mientras que ya fallecieron, por cuestiones de edad, casi dos centenares de imputados.
"A este ritmo, van a pasar 60 años, antes que se pueda juzgar a todos", ironizó uno de los manifestantes.
"Estamos pidiendo que la justicia se despierte y se aceleren los juicios para que todos los militares responsables vayan presos", dijo Carlos Rice, uno de los líderes de la agrupación.
HIJOS se quejó también porque "no funciona el sistema de protección de testigos" y por las amenazas que reciben pero "no son investigadas".
Los manifestantes reclamaron asimismo "más presupuesto para las investigaciones" que involucran a "los responsables del terrorismo de Estado" y lamentaron que exista medio centenar de prófugos, "sin que nadie los pueda encontrar". (Télam)
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