El Gobierno porteño y una kinesióloga fueron condenados a pagar 45.000 pesos a una paciente que sufrió quemaduras durante una sesión de onda corta, considerado un caso de mala praxis, informaron ayer fuentes judiciales.
La condena contra la Ciudad de Buenos Aires y la médica del Hospital Durand Perla Iris Etchave la dictó la Sala C de la Cámara Nacional en lo Civil, a raíz de un hecho ocurrido en ese centro asistencial el 8 de enero de 2001.
La paciente, a quien le habían ordenado sesiones de kinesiología y fisioterapia, sufrió quemaduras en su brazo izquierdo durante aplicaciones de calor mediante onda corta, lo que según los peritajes le generó una disminución del 52% ciento de su capacidad.
Los camaristas Fernando Posse Saguier, Eduardo Zannoni y José Galmarini recalcaron que el buen funcionamiento del equipo de onda corta "estaba a cargo de la demandada", quien debía "emplearlo adecuadamente" y evitar que causara perjuicios a la paciente.
Los camaristas acotaron que "la obligación de seguridad que aun en forma tácita asumió la kinesióloga, quedó insatisfecha y, por eso, genera responsabilidad por los daños causados".
Los demandados dijeron que la damnificada realizó movimientos que provocaron el desplazamiento de electrodos o desacomodamiento de la felpa aislante, pero el tribunal evaluó que la kinesióloga "no mantuvo un adecuado control durante la sesión, lo que culminó con las quemaduras sufridas" por la paciente. (Télam)
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