Feo quedarse a pie, llegar tarde al trabajo, a la escuela, a una entrevista laboral o lo que fuera. Por los hijos de UTA un montón de ciudadanos tuvieron que buscar distintas maneras par cumplir con los compromisos. Una vergüenza. Como siempre en la Ciudad Histórica se hace lo que se quiere y nadie dice nada. Una interna empresarial pone de manifiesto la fragilidad de las ordenanzas y decretos. Todos hablan, protestan, gritan, declaran de acuerdo a su interés político o económico. ¿Y el bien común?. No te va da rabia, primo. ¿Viva la ciudad, nos falta mucho por hacer!. Hasta mañana. Concejal 19, en vías de asumir.
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