Así lo aseguró el actor y director, Carlos Kanán, quien forma parte del jurado de los premios ARTEA. La entrega será hoy a las 21,30 en el Virla. Para los grupos independientes “poner una obra en cartelera es un milagro”, comentó, “debido a la los innumerables inconvenientes en el teatro local”.
El galardón más importante para el teatro tucumano.
El Virla, escenario elegido para la entrega de los prestigiosos premios ARTEA. El jurado está integrado por Carlos Kanán, Patricia Mansilla, Hugo Gramajo, Dora Courtade y Jorse Losada. En diálogo con TucumánHoy Kanán brindó detalles.
En la edición de este año no abundan obras del Teatro Estable. “En términos generales porque no se inscribieron”, comentó Kanán. Esta modalidad de inscribirse tuvo críticas, “las cuales no tienen asidero legal ni empírico, para los premios, incluso el Nobel exige inscripción previa”, estableció.
Además agregó que desde hace ocho años vienen participando una importante cantidad de obras. “Desde el 2000 que el promedio de inscriptos es entre 15 a 20 obras”
A su vez confesó que “los ARTEA son más importante que el Oscar”, sencillamente porque “se valora lo nuestro”.
Respecto a nivel de las obras Carlos, café de por medio, aseguró que “es muy bueno pero da bronca el esfuerzo que deben hacer los grupos independientes para poner en escena un proyecto”.
De esta manera explicó que “los grupos, al principio, tienen todas las ganas de llevar adelante un proyecto. Sin embargo ponerlo en cartelera es un milagro, producto de la escases de salas, falta de subsidios o la prensa que no colabora.”
La poca difusión es uno de los principales inconvenientes del teatro local. “Esto hace que la gente no conozca los enormes talentos que hay en Tucumán. Tenés que cruzar la frontera de la provincia para que te tengan en cuenta”. Por eso resulta incomprensible que “espectáculos como Midachi con entradas que superan los $100 se agoten, y obras locales con nivel muchas veces superior con localidades a $20 no tengan el público que se merece”.
Sin embargo no es la única falencia. “No hay salas, esto obliga a tener que reservarlas. Entonces tenés que proyectar obras con mucho tiempo de anticipación. Esto conlleva a que no se puedan realizar grandes producciones puesto que no sabés cuanto tiempo tendras el espectáculo en cartelera, así será poco probable que recuperés la inversión", reveló Kanán.
En ese sentido dijo que “hay obras con mucho éxito, como Esperando a Godot, que me gustó bastante, y debido a políticas erráticas la bajan de cartel por cualquier otra cosa”, lo cual “no tiene mucho sentido”.
¿Cómo lo ves al teatro tucumano en la actualidad?
Bastante bien, los Grupos de Teatro Independiente vienen empujando fuerte. Esto se debe a la impronta de la Facultad de Arte, fuente de nutrición para el teatro. Genera nuevas técnicas, innovaciones. Y ahora con el Instituto de Teatro Independiente y la nueva Ley de teatro, espero que se puedan desarrollar el talento dormido en no pocos artistas.
Sebastián
Ganzburg
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