En tiempos de crisis, industriales, productores, comerciantes y, hasta los asalariados, prefieren ser precavidos. Pareciera que lo que resta de 2008 y 2009, no se presentan como meses propicios para invertir, vender, obtener créditos a largo plazo o hacer uso y abuso de la tarjeta de crédito.
La crisis mundial se manifiesta de diferentes formas.
Según el economista Daniel Abad, las tasas de interés que cobran los bancos a plazo fijo, se dispararon en el último mes, a tal punto, que se convirtieron en un valioso termómetro de la inestabilidad económica y la incertidumbre reinante en todos los países del mundo. “Las empresas, por este motivo, no pueden acceder ni quieren hacerlo. Por las altísimas tasas de interés que hoy cobran los bancos. El mensaje hoy es cuidarse, no endeudarse y no refinanciar deudas del tarjetas de crédito”, añadió el analista económico.
Por estos días, la escasez de circulante en la calle incentivó el uso de las tarjetas de crédito. Vacaciones, pasajes en micro a larga distancia, zapatos e indumentaria. Todos estos rubros aseguraron que, desde que se desató la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos, el uso del plástico es mayor. Sin embargo, el uso de la tarjeta debe ser consciente y responsable, tratando de saldar en pocos pagos las compras realizadas bajo este sistema.
“La sugerencia es: si puede pagar el resumen de la tarjeta de una sola vez, esta modalidad de compra es válida. Ahora, si usted paga cada vez el valor mínimo y va refinanciando la deuda, no solo a medida que pasan los meses acumula deuda, sino también intereses. Llegará un momento en que el sueldo no le alcanzará para pagar el interés de la tarjeta. Actualmente la tasa de interés anual ronda el 70 %”, argumentó el especialista.
María Celia Nahra
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