Así se refirió Lucho Hoyos a su producción. El sábado a las 23,30 junto a su actual banda conformada por Carlos Carrizo en guitarra y Bruno Resino en percusión se presentarán en “Tocando al frente” (Corrientes 936). interpretará un repertorio en homenaje a Silvio Rodríguez. “Uno de mis grandes referentes”, comentó a TucumánHoy.com.
Además habló de su carrera, música, influencias.
Lucho Hoyos es uno de los referentes más importante del folclore tucumano. Desde hace 25 años desarrolla su arte. Lleva editado siete discos. Hizo giras por Europa y hasta disertó en la Universidad de Bercklee, EEUU, una de las más prestigiosa en música.
El sábado le realizará un homenaje a Silvio Rodríguez. “Uno de mis grandes referentes. Una de esas personas que te iluminan. Un tipo que maneja muy bien la calidad, sorpresa y buen gusto”, expresó Lucho en una interesante entrevista con TucumánHoy.
A lo largo del tiempo este artista se fue convirtiendo en un referente incuestionable del folclore tucumano. Al respecto aseguró que “vengo construyendo desde hace 25 años para ser hoy compositor, arreglador, instrumentista. Simplemente soy la cabeza visible de un proceso de construcción al cual le pongo toda la energía al servicio de la causa, con una coherencia filosófica, estética y política”.
Al escuchar sus magníficas producciones se nota las influencias de Chivo Valladares, Pato Gentilini, pero “una de mis influencias más directas es el rock sinfónico, como el que hacía aquella legendaria banda Supertramp”, estableció entre mate y mate.
“Incluso tengo una versión rockera del tema 'Indiecito Dormido', de Atahulpa Yupanqui, realizado con guitarra eléctrica, acústica, piano, bajo y batería”. Además comentó que alguna vez hizo “dúo con un batero punk. Otra, cuarteto de guitarras. Tocó también con dos guitarras y un bombo”. En síntesis “trato de arriesgar como artista, algo que no se estila”.
Con una trayectoria envidiable jamás imaginada. “Un día estaba conmigo mismo, me decía, ¡que suerte tuve! ¡Vivir de lo que me amo!” Además “sorprendido de lo que logré edificar”. Esto, según considera es porque “uno pone toda la energía en lo que hace, y las cosas se dan. Jamás hubiera pensado, por ejemplo, brindar una clase de música en la Universidad de Bercklee”, resaltó con tono apasionado.
En cuanto a sus recitales considera que “son el final de un proceso que se viene preparando. Está bueno cuando se produce el momento mágico de comunión entre artista y platea. No ocurre siempre”.
Como espectador “el mejor recital que vi fue en España de un grupo flamenco con gran cantidad de personas en el escenario, pero con guitarrista y cantor despojados. Sonaba impresionante”, dijo. Y también en aquel país "lo vi a Raimundo Amador, con quien compartí escenario, verdaderamente un groso con ese rock gitano que tan bien intepreta. El del Charly en el Palacio de los Deportes, fue fabuloso”, resaltó.
Sus discos como sus letras se caracterizan por romper con lo convencional. Su poesía son una conjugación de tradición con urbanidad, producto de la influencia del rock. Y también del tango. “Es un estilo de música que amo. Lo conocí de grande. Es la música popular más compleja de todas”, explicó.
Por último confesó que tiene algunos temas nuevos, giras programadas que se fueron postergando. “Lo cierto es que tengo material pero me embola grabar. Es un proceso complicado. Quiero que mi próximo disco esté grabado con guitarra y vos al mismo tiempo, como recomiendan mis amigos jazzeros”.
Sebastián Ganzburg
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