21/11/2008 - En General

Revelan perfil del consumidor promedio de cocaína en Italia

El consumidor promedio de cocaína en Italia es un hombre de entre 35 y 40 años, que vive con su familia, estudió poco pero gana bien, según un estudio cuyos resultados se conocieron hoy y apuntó a las razones del consumo, que no es igual en hombres y mujeres, más que a las estadísticas.

El sondeo abarcó 4.000 entrevistas en 25 ciudades y fue coordinado por el Observatorio para las Dependencias de la sanidad pública de Bolonia, centro del país.

En declaraciones difundidas por Ansa, María Raimondo Pavarin, directora del Observatorio, al presentar el informe subrayó que no se trataba de obtener estadísticas sobre el consumo de cocaína, sino más bien de describir los motivos que llevan al consumo.

"Queríamos saber a qué se debe esta imagen pública tan positiva de la cocaína: en los años pasados hemos ganado la batalla de imagen contra la heroína, pero los mismos métodos no pueden emplearse contra una droga tan diferente", dijo Pavarin.

Entre otras particularidades, la encuesta revela que la cocaína no representa lo mismo para hombres y mujeres.

Las mujeres -que apelan cada vez más esta droga y empiezan antes que los varones- la utilizan como sustancia de "diversión", y por lo tanto la consumen sobre todo en el fin de semana y en compañía.

En cambio, para los hombres la cocaína es un "apoyo de prestación", tanto para el trabajo -lo que explica el más alto consumo durante la semana laboral- como para la vida social y sobre todo la vida sexual, ya que ven a la sustancia como un euforizante energético.

"Este es uno de los lugares comunes que debemos destruir: no es cierto que la cocaína favorezca las prestaciones sexuales, sino más bien lo contrario", indicó Pavarin, y agregó que "haría falta una campaña de información para explicar claramente los efectos de la sustancia en este campo".

Otra peculiaridad del consumidor italiano de cocaína es que muchas veces no llega a esta droga pasando por los productos del cannabis (marihuana y hachís) y sucesivamente el "éxtasis" y el "popper", pero casi siempre posee una sólida experiencia de bebedor de alcohol. (Télam).