Y los santos estarán esperando con las mejores galas, para recibir a un visitante tan ilustre como el equipo xeneize. Únicamente la vestimenta será de la mejor para presentarse ante el 11 de Ischia.Porque en fútbol San Martín está hecho un ciruja y para cachetearlo en cualquier cancha.
Sino remitirse a las últimas actuaciones del conjunto que dirige, y muy bien, Carlos Roldán.
El técnico del representante tucumano en el fútbol de elite de la Argentina hizo y hace todo lo posible para que el conjunto, amado por cirujas, funcione. No tiene la culpa que el rendimiento, este lejos de aquel sorprendente equipo que terminó ascendiendo de categoría y, peor aun de lo demostrado en los primeros partidos en primera división.
En esta columna ya hablé de merecimientos y de suerte. Dije, hace un tiempo, que San Martín en algunos partidos debía haber ganado o empatado. Y también que la suerte no se entrena. Pero no digo que merecía ganar, sino que debía ganar y no supo. Merecer no es la cosa, Hay muchos habitantes de esta provincia que merecen mejor calidad de vida, no la tienen, y deberían tenerla. Deben estar mejor, pero alguien o este sistema perverso de reparto les impide concretar o acercar mayor bienestar a su vida. En el caso de San Martín no, porque está la posibilidad de mejorar.
Luego de las últimas actuaciones de los santos tucumanos, observé que los únicos que le impiden lograr mejores resultados son ellos mismos, los jugadores.
El desempeño, en conjunto, convirtió a San Martín en un equipo previsible, Cualquiera le puede pintar la cara, como dicen en las tribunas, juegue de local o visitante.
¿Hay cansancio físico y mental en jugadores claves?, puede ser. ¿Hay poco recambio?, quizás. ¿Hay temor en Roldán de probar con otros?, es probable.
Sólo pensando en esas tres preguntas, la ventaja que da San Martín es mucha. Durante gran parte de los últimos encuentros fue demasiado fácil. “Pava”, dirían en las tribunas.
Cuando pone actitud y convicción no consigue la aptitud para ganar. Se transformó en un equipo no apto para ganar. Necesitan, todos, poner los pies en la tierra , dejar de pensar en copas y tratar de agarrar el timón que lo salve de la promoción.
El domingo será una fiesta, el invitado es candidato al título. Seguramente los hinchas boquenses se harán sentir en la cancha.
Quizás , San Martín se vista con las mejores galas futbolísticas y, ante uno de los candidatos al título, como es Boca Juniors, lo dicho anteriormente se revierta y el lunes hablemos del triunfo de San Martín.
Daniel A. Villalba
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