Aseguró Guido Caniparoli, Director del Centro Médico de Docentes Privados y médico clínico en el Hospital de Ranchillo. Además comentó que las diarreas y anginas son enfermedades frecuentes en esta época del año. “Cada pacientes debe tener su tiempo de consulta. Por eso es fundamental escuchar lo que el paciente desea contar”, estableció.
“Todavía sufrimos la carencia de que no se nombra al personal idóneo”, confesó.
Guido Caniparoli es Director del Centro Médico de Docentes Privados. Además trabaja en la guardia del Hospital de Ranchillo, donde durante cuatro años fue Director (2001-2005). Se recibió en 1994 en la UNT. Anteriormente obtuvo el título de fonoaudiólogo. Se caracteriza, como no muchos en su profesión, por una marcada vocación de servicio.
De esta manera considera que “cada pacientes debe tener su tiempo de consulta. Por eso es fundamental escuchar lo que el paciente desea contar. Nosotros estamos para ayudarlo. Pero sobre todo para brindarle tranquilidad”, aseguró con total cordialidad.
Además comentó que en el Hospital de Ranchillo, en su turno de guardia, atiende “entre 90 y 110 pacientes por día. Me esperan porque siempre traté de resolverles los problemas. El paciente es un ser humanos. Lamentablemente, actualmente, existe una deshumanización en el trato médico- paciente”.
Con respecto a las enfermedades más frecuentes que surgen en ésta época del año indicó que “son comunes las diarreas o gastroenterocolitis, debido a la falta de higiene en los alimentos o en la manos. También sucede por el asentamiento de las moscas en los alimentos”.
También detalló que la única prevención es “la higiene, como así también la correcta cocción de los alimentos y evitar comprar alimentos que no respeten la cadena de frío”.
A su vez explicó que otra consulta propia de la época es por angina o laringitis. “Puede ser viral o bacteriana. Se produce por los cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo en la gente que duerme con aire acondicionado o ventilador, durante la noche cuando el ambiente cambia de temperatura y la transpiración se seca, puede producirse laringitis. Pero siempre depende del sistema inmunológico”.
En este sentido detalló que lo problemático es que “la gente se automedica. Muchas veces cuando comienzan con picazón en la garganta toman antibióticos como la amoxicilina y quizás sea una angina viral, con lo cual el antibiótico no causa efecto alguno. Sea viral o bacteriana, para evitar el mal rato es mejor no exponerse a estos bruscos cambios de temperatura”.
En cuanto a la situación actual del sistema de salud, Caniparoli aseguró que “se mejoró en la parte edilicia y de equipamiento, sin embargo todavía sufrimos la carencia de que no se nombra al personal idóneo. Por ejemplo en Ranchillo desde antes del 2001, año en que asumí como Director, no tenemos pediatra”.
Para finalizar dijo que “en no pocas oportunidades le dijeron que no se meta en algunos asuntos, pero soy médico y si alguien se está muriendo atragantado o hay un accidente en la ruta mi deber como médico me obliga a intervenir”.
Sebastián Ganzburg
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