El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor se movilizó por el centro porteño para expresar el respaldo del gremio a las acciones desplegadas por el ministro Carlos Tomada para defender las fuentes de trabajo.
Hubo fuertes críticas al sector industrial.
Trabajadores del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) realizaron ayer una marcha por distintas arterias de la Capital Federal que finalizó con una manifestación frente a la sede del ministerio de Trabajo, para rechazar las suspensiones dispuestas por las fábricas automotrices y en apoyo a las negociaciones de contrato colectivo de trabajo.
Los trabajadores participaron de una asamblea frente a la cartera laboral, en la cual hablaron los secretarios adjunto y gremial de Smata, Mario Manrique y Ricardo Pignanelli, respectivamente, quienes expresaron el respaldo del gremio a las acciones desplegadas por el ministro Carlos Tomada para defender las fuentes de trabajo, e hicieron una fuerte crítica al sector industrial.
Manrique dijo a Télam que la protesta fue convocada "para rechazar las suspensiones generadas por la industria automotriz, y en defensa de las negociaciones del contrato colectivo de trabajo, que estamos llevando con Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina) desde agosto pasado, pero que han resultado infructuosas por la intransigencia empresarial".
"Queremos hacer llegar nuestra preocupación por esta situación", agregó Manrique, quien señaló que "somos concientes de que hay una crisis a nivel mundial, pero gracias a Dios no ha llegado a la Argentina con la profundidad que debería tener para que los empresarios tomen estas medidas".
Sostuvo que "la industria ha tenido en los últimos cinco años una gran rentabilidad, pero ahora, ante el menor temblor salen a suspender trabajadores, pero desde Smata vamos a estar de pie luchando para defender las fuentes de trabajo".
En tanto, al hablar ante los manifestantes, Pignanelli sostuvo que el ministro Tomada "tiene todo el respaldo de los mecánicos que necesite para tomar las medidas en defensa de las fuentes de trabajo", y resaltó que el gremio se movilizó "por un país más justo y una distribución de la riqueza más equitativa".
Coincidió con Manrique en criticar a los industriales por las medidas adoptadas por el sector, ya que "no escuchan los consejos de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) ni de Tomada", y afirmó que "los mecánicos estamos dispuestos a encontrar todas las alternativas para seguir creciendo".
La protesta generó grandes dificultades en el tránsito vehicular del centro porteño, y provocó además importantes demoras en la autopista Panamericana, cuando un grupo de micros identificados con banderas del gremio circularon a marcha lenta desde la zona de General Pacheco ocupando la totalidad de los carriles de la mano hacia la Capital.
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