La banda estadounidense REM se metió el sábado a la anoche en la retina y el corazón de 40 mil argentinos al brindar un concierto magnífico en el que ratificaro porque es uno de los grupos más importantes de los últimos 20 años en el rock mundial.
Así R.E.M. clausuró el Personal Fest 2008
Con humildad, sencillez y calidez, los REM a caballito de una lista
plagada de clásicos y hermosas canciones, saltaron del cierre del
Personal Fest al título de "mejor recital del año", una medalla que
sólo Madonna podría arrebatarles en diciembre.
Fascinados y emocionados con el público argentino, el cantante
Michael Stipe, el bajista Mike Mills y el guitarrista Peter Buck
alargaron sus bises y no dejaron de agradecer el fervor local.
En el escenario, los REM ratificaron el porque junto a U2 y
Radiohead son tres de las mejores bandas vigentes de rock, y esa
vigencia se ratifica show a show y disco a disco como lo demuestra su
excelente último álbum Accelerate.
La apertura del concierto, mientras la ansiedad carcomía a la gente fue con Living well is the Best Revenge
del nuevo álbum, que permitió ver que Stipe estaba feliz, Mills también
y que Buck había recuperado su Rickenbacker negra que le habían robado
hace poco en Finlandia.
I took your name del escencial Monster
(1994) le dio paso a la batería de imágenes que poblaron la pantalla,
de una excelencia y un cuidado que sólo se le reclama a unos grandes
como estos hombres de la pequeña ciudad de Athens, en el estadio de
Georgia.
El rockero What´s the Frequency, Kenneth? también de Monster hizo bailar a los treintañeros que poblaban la cancha de rugby del Club Ciudad de Buenos Aires, mientras que la densa Drive del disco Automatic for the People (1992), se metió en ese mar humano que finalizaba a los pies del escenario.
Stipe forma parte de las figuras de la cultura estadounidense
que se han involucrado en política y ha sido siempre una pesadilla para
los comandos de campaña republicano por su rechazo a Ronald Reagan, y a
George Bush, padre e hijo. Y tal como lo viene haciendo desde hace
años, REM ofreció varios conciertos en apoyo del candidato demócrata
Barack Obama y a tres días de las elecciones presidenciales en los
EEUU, tocó Man-Sized Wreath del nuevo disco con especial dedicatoria al actual presidente.
A esa canción le siguió Ignoreland que estaba dedicada a Bush padre, pero que tan bien le va a su hijo, mientras que en Electrolite
repasó la cultura local al afirmar que "Hollywod está debajo mío, Soy
Martin Sheen, Soy Steve McQueen, Soy Jimmy Dean". Con la triste balada Everybody Hurts también de Automatic for the People,
Stipe surfeando lentamente sobre un piano, tocado por Mills, llevó la
melancolía a un lugar desconocido, bajo un nocturno y despejado cielo.
El rock Horse to water del último CD le abrió el paso al clásico Orange Crush de aquel disco clave de la segunda mitad de los ´80 que es Green (1988), mientras que la pegadiza It´s the end of the World de Document le permitió a los fans decirle a Stipe que se iban a quedar toda la noche en Nuñez.
Para el cierre tocaron la nueva Supernatural Superserious y el hitazo Losing my religion de Out of time (1991) que los puso en el podio del rock, mientras Stipe daba las gracias por las emociones que recibió de parte del público.
El final fue con una gran canción Man on the moon dedicada a todos los Andy Kaufman del mundo, gente que va por la vida dejando huella gracias a su humor y originalidad.
Y así concluyó una jornada que hará historia en la vida de las
40 mil personas que presenciaron el segundo show de los REM en Buenos
Aires que ya había tocado en 2001. (Telam)
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