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México y Brasil toman medidas para frenar la caída de sus divisas

México subastó el jueves 1.000 millones de dólares estadounidenses de sus reservas extranjeras para frenar la caída del peso, mientras el Brasil eliminó una norma impositiva para facilitar inversiones extranjeras y anunció permutas financieras en un intento por frenar la baja del real, informó un cable de la agencia The Associated Press (AP).

El banco central mexicano hizo una subasta por tercer día consecutivo para intentar estabilizar el peso que, el miércoles cerró depreciado en un 3,97%.

El cambio en la norma impositiva brasilera, aprobado mediante un decreto por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anula algunos gravámenes en inversiones extranjeras.

Por otra parte, el Banco Central de Brasil venderá unos 50.000 millones de dólares estadounidenses en contratos de “swap”, o permutas financieras. El swap es un contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades de dinero en fechas futuras. El Banco Central dijo que venderá los contratos de permutas financieras “para mitigar el impacto que tiene la crisis internacional en la economía del Brasil”.

Los contratos brindan a los inversionistas extranjeros protección contra la caída del real, que cayó a 2,5 por dólar estadounidense el miércoles, antes del anuncio del Banco Central. Tras el anuncio y la venta inicial de miles de millones de dólares en swaps, el real recuperó terreno y osciló en los 2,3 por dólar.

Pero el real sigue estando muy debilitado en relación a mediados de año, cuando se cotizaba a 1,6 por dólar. La declinación ha abrumado a empresas brasileñas que tienen deudas en dólares. A pesar de los anuncios del gobierno, las acciones de las empresas brasileñas cayeron por tercer día consecutivo.
 
El índice Ibovespa de acciones preferidas bajó 1,7% y llegó a 34.480 puntos en las transacciones del jueves en la tarde. Muchas empresas brasileñas importantes producen materias primas tales como acero y mineral de hierro, y productos agrícolas tales como la soya y la carne. Temores de una recesión mundial han reducido drásticamente las demandas de esos productos, informó AP.