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AMPLIARJean-Louis Trintignant en "El Gran Silencio"

Cine en DVD: El Gran silencio, de Sergio Corbucci

Sin duda la obra maestra de este genial director. “El Gran Silencio”, un western spaghetti diferente. Se caracteriza por una trama dramática en un escenario poco habitual como son las montañas nevadas. Excelentes fotografías y musicalización de lujo a cargo del inigualable Ennio Morricone. Se consigue en videos club y lugares de ventas.

Opinión: Muy buena

Ficha Técnica

Director: Sergio Corbucci. Guión: Vittoriano Petrilli, Mario Amendola, Bruno Corbucci y Sergio Corbucci. Argumento: Sergio Corbucci. Director de fotografía: Silvano Ippoliti. Música: Ennio Morricone. Color: Eastmancolor. Año: 1968. País: Italia / Francia. Lenguaje: Italiano. Duración: 105 min.

Un western spaghetti distinto. En medio de las montañas nevadas Loco (Klaus Kinski) un cazador de recompensa busca incansablemente a sus presas. La justicia, en favor de los poderosos ampara al asesino. Silencio (Jean-Louis Trintignant) es un vengador que odia a los caza recompensas que de niño asesinaron a su familia.

Los personajes se completan con Pauline (Vonetta McGee), una mujer que busca vengarse de Loco por haber asesinado a su marido. Pollicut (Luigi Pistilli), juez corrupto que solo le rinde honores al dinero y el Sheriff Burneett (Frank Wolff), hombre demasiado bueno y confiado que busca cumplir con su deber.

El film se caracteriza por una excelente ambientación, producto de una inigualable combinación de música con imagen. Esto genera que el dramatismo de la trama se materialice a lo largo del rodaje. El escenario perfectamente elegido no deja de sorprender. A diferencia de la mayoría de los western no transcurre en el viejo oeste sino bajo la nieve, a principios del XIX.

Abundan las escenas en exteriores. Como la mayoría de las películas de éste género hay una fuerte crítica al sistema basado solo en el dinero. Por lo tanto no llama la atención que varias personas vivan en las montañas huyendo de los caza recompensas, representando así a la marginalidad.

La justicia, no deja de ser burguesa, al servicio del capital. Como a todo western no le falta violencia, sangre y frialdad. El ritmo pausado se corresponde con el constante dramatismo.

Silencio es el bueno. No habla. Sin embargo es el más rápido con la pistola. Loco, el malo. Especulativo y cruel. En algún momento se encuentran para el infaltable duelo. A diferencia de otros western spaghetti en este no prima el honor, solo importa cobrar. Mientras todo se haga “de acuerdo con la ley”, como expresa en no pocas oportunidades el juez.

Sebastián Ganzburg