El rápido avance en las investigaciones sobre células madre dejó atrás a los organismos regulatorios en la creación de una normativa específica, un tema que fue abordado en una reunión que se realizó la semana pasada, organizada por el ministerio de Ciencia y Tecnología y la británica Universidad de Edimburgo, en el Instituto Fleni.
La conferencia sobre "Regulación de las investigaciones y terapias clínicas con células madre y tejido humano" procuró ayudar en la construcción de un marco normativo para la Argentina en temas que aborda la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa integrada por la bióloga Susana Sommer, entre una veintena de profesionales.
La reunión internacional contó con la presencia del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y destacados especialistas en normativa y regulación de nuevas tecnologías, como el argentino Martín Torres -vicepresidente del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) y los británicos Shawn Harmon, Graeme Laurie y Adrian McNeil.
A través de la resolución ministerial 610/07, el Incucai tiene competencia para actuar en las actividades vinculadas con la utilización de células de origen humano para su posterior implante en seres humanos.
"Hay numerosos protocolos de investigación presentados al Incucai y varios aprobados, por lo cual es necesario que comience" un proceso de discusión de una ley que supere las resoluciones ministeriales, planteó Torres.
Harmon opinó que "es importante explorar las ideas de lo que las personas consideran normal para el futuro de las investigaciones, porque no hay respuestas legales que todos vayan a aceptar".
"En Europa no sólo hubo debate acerca de cuándo comienza la vida, sino cuándo comienza la existencia del estado persona, y en Reino Unido se eligió el límite de 14 días desde la fecundación, cuando empieza la estría primitiva, y ese principio rige desde 1990".
Laurie dijo que el Parlamento británico "debatirá a fin de mes una reforma a la legislación del `90 por temas que cambiaron radicalmente, como el uso de embriones y gametos humanos".
"El criterio que predomina es que el embrión es un estado especial que se encuentra protegido: es un semáforo en rojo con luces amarillas, que permiten avanzar en investigaciones razonables", planteó.
Harmon enfatizó que "se reconoce a Argentina como líder en investigación transgénica animal y vegetal, y las nuevas tecnologías en humanos es un campo en el que todos están aprendiendo, así que Argentina puede crecer a la par de los países desarrollados y constituirse en un referente para la región".-
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff