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AMPLIARMujeres de la Asociación Civil El Ceibal en el Hilton, de Pu

Santiago-Tucumán: mujeres asociadas en la ruta del Tejido

Situada en las provincias de Santiago del Estero y Tucumán, la Ruta del Tejido es un circuito turístico y comercial que emprendieron un grupo de artesanas para exponer y vender sus creaciones textiles. Se propone fortalecer la autoestima y recuperar la identidad de los pueblos originarios y resolver en forma asociada los temas de producción textil. Infocívica

El proyecto sirve para fortalecer la autoestima de las comunidades originarias y como medio económico.

Fortalecer la autoestima y recuperar la identidad de los pueblos originarios y resolver en forma asociada los temas de producción textil y su comercialización fueron algunos de los objetivos que impulsaron a la Asociación Civil El Ceibal a crear una ruta turística y comercial, entre Santiago del Estero y Tucumán. Allí, un grupo de artesanas emprendieron un proyecto que les da la posibilidad de exponer y vender sus creaciones textiles.

El programa la Ruta del Tejido comenzó a formarse entre 2004 y 2005 cuando las artesanas de ambas provincias vieron y tuvieron la oportunidad de relacionarse entre sí. “Yo conocía a las artesanas de forma aisladas y empezamos a pensar todas juntas ideas para intercambiar los saberes que cada una de ellas tenía”, explicó la directora de la Asociación Civil El Ceibal, Lucrecia Gil Villanueva.

El proyecto, que cuenta con la ayuda del Programa Social Agropecuario de ambas provincias de la Fundación Inter American (IAF) y del grupo de emprendedores del taller textil Gatti, está formado por 60 artesanas, muchas de ellas jefas de hogar, que trabajan en forma asociada.

Los cuatro grupos de artesanas intentan identificar criterios comunes para la producción y comercialización de sus tejidos. Además, intercambian técnicas y formas de producción para recuperar saberes ancestrales relacionados al arte textil. Para lograr esto, El Ceibal les dicta talleres de capacitación en administración, organización, diseño, técnicas artesanales y comercialización. Y las ayuda a establecer los circuitos de comercialización y a mejorar la producción animal con el fin de obtener más y mejores fibras, entre otras tareas.

Primitiva Monasterio hace telares y pertenece al grupo “La Rueca”. “Mi abuela tejía frazadas. Yo, después de dedicarle toda mi vida a tareas de empleada doméstica, recordé que mi lugar estaba frente a un telar”, aseguró Primitiva.

Hoy, la Ruta del Tejido recorre cinco parajes de Santiago del Estero y Tucumán. El recorrido comienza en el departamento de San Martín, en el sur de Santiago del Estero, y continúa por al zona del Salado medio, en el departamento de Figueroa. Las siguientes paradas son en Tucumán, en el poblado de Santa Lucía, Tafí y Amaicha  del Valle.

En cada paraje los turistas pueden observar las técnicas con las que trabajan las artesanas y encontrar los productos que crean para ser comercializados. Tapices, prendas y objetos de decoración son algunos de los productos que se pueden encontrar en los pueblos de la Ruta del Tejido.

El proyecto además tiene dos puntos de ventas estratégicos y de exposición administrados por las artesanas. Uno de los locales está ubicado en Santiago del Estero y el otro, en Tucumán. 

Las ventas de los productos con respecto al año pasado se duplicaron. “El de Santiago del Estero está abastecido por 20 artesanas. Cuando baja la venta, en el verano, es el momento donde producen el stock para la siguiente temporada”, explicó uno de los coordinadores de la Asociación El Ceibal, Francisco Orellana.

Además de los negocios comerciales, el programa de la Ruta del Tejido creó El Museo Activo de Arte Textil, en Tafí del Valle. La idea es difundir las técnicas de trabajo y las particularidades de los integrantes de las comunidades. “Y otro de los proyectos que tenemos es elaborar contenidos para desarrollar libros y muestras fotográficas que acerquen al trabajo realizado. Con ello, buscamos fortalecer la autoestima e identidad de grupos y pueblos originarios”, explicó Gil Villanueva.

El desafío que tienen por delante las artesanas de la Ruta del Tejido es ambicioso. “Queremos que las organizaciones se consoliden y pasen a formar cooperativas de trabajo. Además queremos avanzar en la calidad y los diseños de los productos para llegar a otros mercados”, aseguró  Gil Villanueva.