Fue un logro muy celebrado cuando la guardería Semeando Esperança, en la comunidad de Santa Luzia, en el Distrito Federal, logró adquirir, con donaciones, un nuevo refrigerador para atender las necesidades de 30 niños de familias vulnerables de esa localidad.
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El problema es que, en el momento de la compra, el director de la guardería, Paulo Lafayete, no tenía el código postal ni la dirección formal, como tantas otras favelas brasileñas. Era necesario dar el código postal de una persona conocida. “Es muy malo. Aquí todos se sienten excluidos”, afirmó la educadora. En la comunidad viven alrededor de 20 mil personas.
Este es sólo uno de los problemas que el Programa Periferia Viva, lanzado este jueves (28), por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y los ministros, intenta reducir. El proyecto CEP para Todos forma parte del programa y prevé que todas las viviendas de las favelas tendrán código postal para 2026.
El gobierno federal anunció que invertirá más de 7 mil millones de reales en la mejora de las favelas, la prevención de desastres en las laderas, la mejora de las viviendas y la regularización de tierras.
"Se quedan con lo que queda"
En el lanzamiento de la política pública, el presidente Lula explicó que el principal fundamento del programa es visibilizar la periferia. “Hay gente que puede elegir su profesión. Pero hay otra parte de la sociedad que se lleva lo que queda. Asimismo, hay una parte de la gente que elige dónde vivir. Y otros se quedan con lo que queda”, se mostró emocionado el presidente.
En este contexto, Lula lamentó que 4,5 millones de hogares todavía no tienen baño. “No imaginaba que esto podría suceder en 2024. Vivía en una casa en Vila Carioca [São Paulo] con 27 personas. En esta casa no había agua corriente ni baño con retrete. Tampoco teníamos nevera. Sé cómo es la vida de quienes no tienen el derecho”, dijo.
El presidente recordó que la inversión en políticas públicas ha sido bien planificada, pues el gobierno también busca contener el gasto. “No podemos gastar más que el Presupuesto”. Defendió la exención del impuesto sobre la renta para las personas que ganan hasta R$ 5.000 y, para equilibrar las cuentas, defendió cobrar más impuestos a las personas “más ricas”. “Tratemos de hacer el país un poco más justo, humano y fraterno”.
Sostuvo que las periferias brasileñas históricamente han quedado en un segundo plano. “Ya no serás invisible. Te vemos”.
Estrategias
En el evento, el gobierno anunció contratos por valor de R$ 1,4 mil millones en obras de contención de taludes y R$ 3,3 mil millones en acciones de urbanización de favelas, ambos previstos en el Nuevo PAC.
El Ejecutivo sostuvo que este sería el mayor paquete de políticas públicas para las periferias del país. El programa Periferia Viva reúne inversiones en infraestructura urbana realizadas por el Ministerio de las Ciudades y acciones de otros 16 ministerios socios.
El programa Periferia Viva contempla un paquete de acciones para la elaboración de 120 planes municipales de reducción de riesgos en municipios críticos, con foco en proponer obras que reduzcan los riesgos en las afueras de estas ciudades.
Según el gobierno, la perspectiva es que, hasta 2026, todos los municipios que tienen favelas (en zonas de alto o muy alto riesgo) se beneficiarán de planes municipales de Reducción de Riesgos financiados por el gobierno federal, con una inversión de R$ 63 millones. Además, 19 mil contratos de regularización de tierras y mejoramiento de viviendas, en ocho estados brasileños, tendrán una inversión federal superior a R$ 85 millones.
Otra acción anunciada fue un acuerdo entre el Ministerio de las Ciudades y el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) para facilitar la investigación y producción de datos sobre las favelas y periferias brasileñas.
Reconocimiento
El programa también reconoció iniciativas sociales en la periferia. Entre ellos, Joyce Paixão, de Pernambuco, trabaja en las orillas del río Capibaribe. “Creamos un plan de adaptación, con presencia y mitigación de los efectos de las lluvias”.
Otro ganador fue Favela Gastronômica, de Cleide Morais de Brasilia. Es una escuela de gastronomía social que promueve la seguridad alimentaria, combate el desperdicio de alimentos en zonas periféricas y genera soluciones sostenibles para combatir el hambre y reducir las desigualdades sociales. “Este trabajo comenzó hace más de 20 años y tuvimos reformulados nuestros objetivos en 2020, durante la pandemia de Covid-19”, destacó.
“El proyecto fue propuesto por mujeres de la comunidad, del barrio Nossa Senhora de Fátima, en Planaltina [DF]. Las personas beneficiadas son residentes de la periferia, que viven en situaciones de vulnerabilidad. “Impulsamos estas capacitaciones en el área de la gastronomía para insertarse en el mercado laboral formal y abrir su propio negocio. El proyecto está dirigido especialmente a las mujeres negras, que son las que más sufren la inseguridad alimentaria”, explicó.
Fuente: Agencia Brasil
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