De la intolerancia racista contra indígenas y campesinos que propugnan cambio a través de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) ejercida por los cívicos y funcionarios prefecturales de la denominada "media luna" se pasó al fascismo ideológico contra gente de clase media que piensa diferente a los autonomistas.
Este criterio es esbozado por los parlamentarios del Movimiento Al Socialismo (MAS), que han visto con mucha preocupación esta situación y esperan que se ponga un alto a esta creciente tendencia violenta.
La preocupación del ciudadano no es solo cuidarse de la delincuencia, sino de grupos neofascistas que salen en busca campesinos, indígenas, collas, cambas traidores o cualquier opositor que exprese un desacuerdo a la autonomía "de privilegios" que quieren, señala la Agencia Boliviana de Información (ABI).
"No solo es en Santa Cruz, sino en las ciudades donde propugnan autonomía. El efecto de la intolerancia no solo es racial, también ideológica. Ciertos grupos de tendencia neofascista están aplicando la violencia como medida de control hacia los que piensan diferente", afirmó el diputado del MAS, Gustavo Torrico.
Explicó que el método más frecuente del neofascismo que ejercitan, principalmente en Santa Cruz es la violencia física, que fue aplicada en la Alemania nazi y Yugoslavia (en la República de Croacia).
Por su parte el diputado Jorge Silva afirmó que las agresiones a campesinos e indígenas han pasado a analistas, ministros, empresarios y todo aquel que esté con el gobierno o cuestione la autonomía con sus estatutos abusivos.
"La violencia fascista tiene el fin de que si uno piensa diferente, no lo pueda expresar y tenga que ocultar sus pensamientos para no ser víctima de la violencia", afirmó Silva.
INTOLERANCIA
Este neofascismo, como lo han calificado políticos, analistas y el gobierno, ha sido la causa del desborde de las amenazas, agresiones físicas e intentos de asesinato que han denunciado muchos afectados, entre ellos intelectuales y gente reconocida públicamente, especialmente en la ciudad de Santa Cruz.
Tal es el caso del ex ministro de Servicios y Obras Públicas, en el Gobierno de Evo Morales, Salvador Ric, quien denunció que miembros del Comité Cívico y la Unión Juvenil Cruceñista intentaron terminar con su vida en la agresión que sufrió el pasado viernes.
Mujeres autoproclamadas "falangistas" (que tienen amplia cobertura en los canales de televisión sensacionalistas), que aprovechando su condición prácticamente son impunes, en declaraciones posteriores aseguraron que fue Ric quien les propinó sendos golpes y que dieron parte de esos hechos en la policía, informó ABI.
Ahora su abogado pide se detenga a Ric y se lo lleve ante el juez, un caso más de Ripley, donde los principales responsables son los provocadores medios de difusión que no dejan de echarle más leña al fuego en su permanente ataque al Gobierno de Morales.
Otro ejemplo es el caso de Lucio Vedia, dirigente de la Central Obrera Departamental (COD) cruceña, quien en dos oportunidades sufrió atentados dinamiteros en su vivienda, además de ser brutalmente golpeado y amenazado de muerte en varias oportunidades por unionistas y funcionarios prefecturales.
Vedia es un dirigente opositor al pensamiento del prefecto Rubén Costas, por tal motivo se creó una entidad de los trabajadores, paralela a la de este personaje, la misma que obedece los condicionamientos prefecturales y cívicos.
Similar situación la vivió el diputado de Unidad Nacional (UN), Alejandro Colanzi, cuya vivienda también fue víctima de un atentado con explosivos, el atentado fue atribuido también al grupo de choque de la entidad cívica cruceña.
El diputado es uno de los más críticos a la gestión de Rubén Costas y además forma parte del grupo Santa Cruz Somos Todos, institución que se opone a las medidas autoritarias del Prefecto.
Estos casos muestran claramente que la intolerancia al pensamiento diferente, quizá expresado en el gobierno del presidente Evo Morales, son motivo de violencia tendenciosa, racista y separatista de los grupos radicales.
Esta intolerancia ha adquirido un carácter divisionista de Bolivia, ya que a consecuencia de la agresión a los collas (personas nacidas en el altiplano) se promueve la agresión a los cambas (personas nacidas en el oriente), razones que multiplican la discriminación y racismo.
La tendencia fascista que campea en Santa Cruz es efectivamente totalitaria porque necesita controlar todo, hasta el actuar y pensamiento de su población.
La violencia fascista realizada contra personas de diversos grupos, denota la naturaleza antisocial de estos grupos que hacen del fanatismo, el odio y la intolerancia criminal, los cimientos de su conducta individual y grupal.
El fascismo es un sistema político, económico y social de carácter nacionalista que proclaman al Estado como la unidad suprema. Su ideología exige la disciplina de las masas frente a la autoridad de mano de sus jefes; es enemiga de la democracia; desprecia el afán de paz, de bienestar y comodidad.
Las bases doctrinales del fascismo fueron la oposición a la democracia, el odio al socialismo y al internacionalismo, el rechazo a la creencia de progreso y a la virtualidad del pacifismo, el desprecio por los derechos individuales y la exaltación de estado como suprema entidad histórica.
Frente al pluralismo democrático, el fascismo erigió un totalitarismo político que rechazaba toda posibilidad de convivencia con la oposición, aniquilando toda posibilidad de disidencia, dice ABI.
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