El incendio que azota el Parque Nacional de Brasilia desde el pasado domingo ya está cerca de las casas ubicadas en los alrededores. La profesora Silvana Moura, que vive en una aldea militar junto al Bosque Nacional, dice que las llamas alcanzaron los alrededores de su casa a primera hora de la tarde de ayer lunes.
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“Durante la mañana sentí el olor a quemado, pero estaba demasiado lejos, pensé que ya habría tiempo de apagarlo. Al mediodía salí a recoger a mi hija al colegio y sólo vi el humo del fuego y, cuando regresé, el pueblo estaba rodeado de fuego”, cuenta.
El Parque Nacional es una unidad de conservación vinculada al Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), organismo vinculado al Ministerio del Medio Ambiente. La Policía Federal investiga el origen del incendio, que ya consumió 700 hectáreas del área de protección ambiental.
A pesar del humo espeso que dificulta la respiración y provoca ardor en ojos y piel, la familia decidió no salir de casa por ahora, a causa de los cuatro perros. Silvana, su esposo y sus tres hijos continúan esperando la acción del Ejército y de los brigadistas que continúan intentando apagar el incendio. Según ella, los aviones también arrojan agua sobre el lugar.
Silvana dice que ésta es la peor situación jamás enfrentada allí. “Otros años ha habido incendios en el bosque, pero esta vez es peor. Nunca había visto algo tan absurdo”. Según ella, las familias vecinas están abandonando sus casas a causa del humo y por miedo a la propagación del incendio.
Con 146 días sin lluvia este año en el Distrito Federal, el clima cálido y seco dificulta el trabajo de los equipos y facilita la propagación de las llamas.
Fuente: Agencia Brasil
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