Enviar Nota | Imprimir

AMPLIAREl costo diario aumentó de US$ 3,22 a US$ 4,25 entre 2017 y 2022

A pesar del aumento de los precios, el acceso a una dieta saludable está creciendo en Brasil

Mantener una dieta saludable en Brasil se volvió un 32% más caro entre 2017 y 2022. A pesar de esto, el número de personas que no pueden permitirse alimentos que cumplan con las pautas nutricionales mínimas ha disminuido, incluso con el aumento mundial de los precios de los alimentos después de la pandemia de Covid-19. .

Sigue.

La conclusión está en el Informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria mundial que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó este miércoles (24).

Según los autores de la publicación, en 2017, los brasileños pagaron 3,22 dólares por día para consumir una dieta considerada saludable. El gasto se mantuvo prácticamente estable en los dos años siguientes: 3,21 dólares, en 2018, y 3,30 dólares, en 2019. A partir de 2020, cuando la pandemia ya afectaba a todo el planeta, el monto necesario (3,53 dólares) empezó a aumentar y nunca se detuvo. . En 2021 fue necesario gastar US$ 3,84/día y, en 2022, US$ 4,25/día.

Considerando el tipo de cambio del dólar en la tarde de este miércoles, el monto necesario, en reales, saltó de R$ 18, en 2017, a R$ 23,94, en 2022.

Acceso

A pesar del aumento de los precios, en el mismo período disminuyó el número de brasileños que no pueden gastar el promedio diario necesario para mantener una dieta saludable. En 2017, eran 57,2 millones, o el 27,4% de la población del país. En 2022, 54,4 millones, o el 25,3%.

El resultado es positivo, pero podría ser mejor si no fuera por la pandemia, que interrumpió el progreso brasileño previamente confirmado por la FAO. En 2018, el número total de brasileños que no podían permitirse una dieta saludable ya había disminuido a 56 millones. En 2019, alcanzó los 55,7 millones. Y, en 2020, logró el mejor resultado de los cinco años analizados en este informe: 42,1 millones de personas, o el 19,8% de la población nacional.

La asesora técnica del Consejo Federal de Nutrición (CFN), la nutricionista Natalia Oliveira, celebró el anuncio de la reducción de la inseguridad alimentaria severa en Brasil, en 2023, pero destacó que, en términos de acceso a alimentos de calidad, el país aún no alcanza El fugitivo.

“El informe de la FAO señala que ha habido una mejora en el acceso y consumo de alimentos en general. Esto se debe a varios aspectos, como el aumento de los ingresos, la disponibilidad de alimentos y la mejora de las políticas públicas, que han permitido algunos avances en los programas de alimentación escolar y en el fomento de la agricultura familiar. Al mismo tiempo, todavía estamos muy por debajo de lo que recomendamos en cuanto a una alimentación adecuada y saludable. Tenemos que mejorar mucho en este sentido. Porque el acceso [a los alimentos en general], en sí mismo, puede significar acceso a alimentos ultraprocesados. Y eso no es lo que queremos”.

Recomendaciones

Según el Ministerio de Salud, una alimentación saludable  se basa en “prácticas que asumen el significado social y cultural de los alimentos”, fomentando la producción y el consumo de alimentos regionales saludables, como verduras y frutas. Entre otras características, para ser considerada saludable, la dieta debe ser cuantitativa y cualitativamente “armoniosa” y segura desde el punto de vista de la contaminación físico-química y biológica.

En este sentido, se recomienda que, si es posible, las personas realicen al menos tres comidas al día (desayuno, almuerzo y cena) y procuren consumir al menos seis raciones diarias de cereales (arroz, maíz, pan de trigo y pasta), tres porciones de vegetales frescos, así como frutas, tubérculos y raíces (papas, yuca, mandioca, yuca), dando preferencia a los cereales integrales y alimentos naturales.

También se recomienda consumir al menos tres raciones de leche y productos lácteos y una ración de carne, aves, pescado o huevos al día, eliminando la grasa visible de la carne y la piel de las aves antes de prepararlas. También es bueno evitar refrescos, jugos procesados, pasteles, galletas dulces y rellenas, postres dulces y otras golosinas, y se recomienda reducir la cantidad de sal en los alimentos y beber al menos dos litros de agua al día. Se pueden encontrar más recomendaciones en la página de la Biblioteca Virtual en Salud del Ministerio de Salud . 

Fuente: Agencia Brasil