La pandemia del SIDA comenzó alrededor de 1900, unas décadas antes de lo que hasta ahora se estimaba, según un estudio que la revista Nature publica en su edición de ayer, que destaca que su extensión coincidió con el desarrollo de los centros urbanos en Africa.
Futuro optimista.
Los resultados de la investigación, dirigida por el doctor Michael Worobey de la Universidad de Arizona (EEUU), han revelado que la cepa del VIH (el virus de inmunodeficiencia humana, causante del SIDA) más extendida en el mundo empezó a propagarse entre los humanos entre 1884 y 1924, momento en el que Africa empezaba a urbanizarse.
Estimaciones previas situaban los inicios de la pandemia en la década de 1930, pero el equipo de Worobey ha conseguido ajustar la fecha gracias a la comparación de las secuencias genéticas de dos nuevas muestras del virus que datan de 1959 y 1960, las más antiguas hasta ahora encontradas.
Las muestras proceden de dos personas infectadas de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. "Desde ese punto en adelante, las secuencias más antiguas son de finales de la década de 1970 y de la década de 1980, del tiempo en que supimos del SIDA", apunta Worobey.
Worobey lleva años siguiéndole la pista al VIH, pero para poder hacerlo ha tenido que desarrollar nuevas técnicas para recuperar el material genético del virus a partir de esas muestras antiguas.
Algo muy difícil ya que el ADN de esas muestras, explica, "está en un estado realmente lamentable".
Futuro optimista
Está demostrado que el virus del VIH pasó del chimpancé a los humanos en el sudeste de Camerún. Pero lo que seguía sin estar demasiado claro eran los factores que le abrieron las puertas para propagarse en el nuevo huésped con tanta facilidad. La nueva datación del equipo de Worobey coincide con una época de cambios en la historia de la región donde nació el VIH.
A principios del siglo XX, en los territorios que hoy ocupan la República Democrática del Congo y los países limítrofes, las colonias europeas empezaban asentarse.
Según los investigadores, el crecimiento de los nuevos centros urbanos y las conductas de alto riesgo asociadas a éstos, fueron quizá la causa de que el virus se expandiera tan rápidamente. Décadas más tarde, a partir 1960, la cantidad de gente infectada con el VIH en esa región se había disparado.
En cuanto al futuro de la pandemia Worobey es optimista. Del mismo modo que los cambios que experimentó la población humana posiblemente permitieron al virus propagarse, cree que también está en nuestras manos revertir la situación.
"Si el VIH tiene un punto débil, es que se transmite relativamente mal. Existen un varias maneras de reducir la transmisión y forzar al virus para que se extinga, y que van desde mejorar la detección y la prevención hasta usar de un modo más amplio de las terapias con antiretrovirales".
Fuente: Periodistadigital.com
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