En la Casa Rosada se emplazó un busto del ex-presidente. El radical en su discurso, remarcó que no se trataba de un homenaje a su persona "sino a la democracia". La presidenta lo definió como "el símbolo del retorno de la democracia a la Argentina" y afirmó que "los homenajes hay que hacerlos en vida".
En su aplaudido discurso, Alfonsín señaló que "aún hay más presidente de facto que elegidos por el pueblo y, esto, notablemente ha cambiado desde 1983. No hubo ni habrá aquí más presidentes de facto".
La Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, encabezó un acto en la Casa Rosada para emplazar un busto del ex-presidente Raúl Alfonsín. En la oportunidad, destacó la necesidad del diálogo entre todos los
argentinos.
Por su parte, Alfonsín, en su discurso, remarcó que no se trataba de un homenaje a su persona "sino a la democracia".
En
tanto, Cristina dijo que "es cierto que es un homenaje a los 25 años de
democracia, pero también es un homenaje a usted como persona, porque
llegó a presidente luego de una larga vida de militante".
"Esto
tiene un valor, dedicarse con vocación y pasión a la causa de sus ideas
y partido, esto habla del merecimiento del homenaje", dijo.
Agregó
que "tal vez hoy para muchos jóvenes la democracia sea una forma de
gobierno, pero para los que vivimos dictaduras la democracia es una
cuestión de vida y sobrevida".
La Presidenta recordó el 30 de octubre de 1983, cuando Alfonsín habló desde el Cabildo "a todos los argentinos".
"Esa
vocación de encontrar entre todos la solución que aún no llegó para
otros, debe ser el objetivo de todos", sostuvo Cristina.
Añadió
que "en un mundo que se presenta con dificultades nunca vistas, viejos
paradigmas se desploman y amenazan con catástrofes".
"Creo que
hoy en este momento, donde por fortuna podemos estar sólidamente
parados, podemos tomarnos el descanso para realmente tener un diálogo
nacional profundo y encontrar el camino de unidad nacional y
reconstrucción", enfatizó.
"Por eso, querido presidente,
quiero darle las gracias por haber aceptado este homenaje que es el de
todos los argentinos", destacó. Y finalizó: "con ese reconocimiento
argentino y militante le agradezco su presencia, su historia y su
vida".
En tanto, el ex presidente Alfonsín afirmó que de todos
"los honores y privilegios que me dio la vida jamás hubiera imaginado
acceder a presenciar un monumento de mi persona".
"No lo
hubiera imaginado, no lo hubiera permitido, y del mismo modo, tal como
rechacé invitaciones anteriores, en las actuales circunstancias, pienso
que no se está realizando un homenaje a mi persona sino a la democracia
lograda entre todos", puntualizó.
"Es misión de los dirigentes
y los líderes orientar y abrir caminos, generar consenso, convocar a
emprendimientos colectivos y sumar inteligencias y voluntades, y asumir
con responsabilidad la carga de las decisiones".
"Debemos
rendir homenaje a estos 25 años de joven democracia. Esta democracia es
nuestra casa común, el hábitat y las normas que nos deben permitir
desarrollar la vida plena como individuos y familias y como sociedad y
como pueblo que aspira a ser una Nación", afirmó el ex presidente.
El
ex mandatario reseñó sobre la democracia que "25 años después nos toca
mejorarla, fortalecer sus capacidades transformadoras y dar contenido
real a la igualdad de oportunidades, asegurando y expandiendo nuestras
libertades".
"Democracia es vigencia de la libertad y derechos
pero también existencia de igualdad y de oportunidades y distribución
equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales",
reflejó.
"La democracia es pluralista, lo que presupone la
aceptación de un sistema que deja siempre espacio a cada uno de los
factores que hacen posible así la renovación de los gobiernos, de los
partidos y la transformación progresiva de la sociedad", resumió
Alfonsín.
Alfonsín subrayó que sin "la unión nacional y
solidaridad será imposible consolidar la democracia" e indicó que "esa
llama debe prender en el corazón de cada ciudadano, que debe llamarse a
los actos de amor y no a los resentimientos".
El ex presidente
afirmó que "cada vez que se perdió la democracia la inmensa mayoría de
los argentinos terminó perjudicándose" y dijo que "los que estimulan la
impaciencia para proponer la intolerancia y la violencia terminan
favoreciendo los intereses del privilegio".
"Existían fuerzas
poderosas que en 1983 no querían la democracia. En esa lucha por el
poder no podíamos bajar los brazos. Fue trascendental la transformación
de la cultura política y superar el pasado de frustración y
autoritarismo", dijo Alfonsín.
El ex presidente señaló que "es
preciso tener la mirada puesta hacia el futuro y no hacia el pasado,
porque ello fue una expresión trágica durante décadas".
"Los
argentinos vivimos mucho tiempo discutiendo para atrás. Hoy todavía hay
rastros de ese canibalismo político. Es precisa la existencia de
adversarios, aunque la política no es sólo conflictos sino también
construcción", puntualizó Alfonsín.
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