AMPLIARPrecios de los alimentos estables en todo el país

28/12/2023 - Economía

Brasil: Los precios de los alimentos y los intereses contribuyeron a frenar la inflación en 2023

El comportamiento de los precios de los alimentos y la política monetaria, que impuso altas tasas de interés a la economía en 2023, fueron factores que ayudaron a que la inflación se mantuviera bajo control este año. La valoración proviene de expertos consultados por Agência Brasil , ayer jueves, cuando se publicaron dos índices de inflación.

Sigue.

El Índice Nacional Amplio de Precios al Consumidor 15 (IPCA-15), considerado el avance de la inflación oficial del país, cerró 2023 en 4,72% , el resultado más bajo de los últimos tres años. Los datos son del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). 

Calculado por la Fundação Getulio Vargas, el Índice General de Precios - Mercado (IGP-M) presentó deflación en el año , es decir, el precio promedio cayó el 3,18%. El resultado marca una inflexión para el índice, que cerró 2020 en un 23,14%. El año 2021 también fue de dos dígitos, 17,78%. En 2022, marcó una desaceleración y finalizó en el 5,45%. 

Factores 

Para el economista y profesor del Ibmec Gilberto Braga, los números demuestran el éxito de la política macroeconómica del gobierno y del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BC), responsable por dictar la tasa de interés básica de la economía, la Selic. 

A lo largo del año, la Selic se mantuvo en niveles elevados, como una forma de desalentar la economía y, en consecuencia, combatir la inflación. El año empezó con una tasa del 13,75% y, tras cuatro recortes consecutivos en el segundo semestre, termina 2023 en el 11,75% 

Braga destaca que hay grupos de precios que todavía ejercen presión sobre los índices. "Principalmente de los alquileres, que han aumentado más que la inflación promedio de la economía". Pero señala que "los precios de los alimentos, en general, han estado cayendo, lo que contrarresta positivamente las crecientes presiones". 

El profesor del IBMEC espera que la tendencia se mantenga el próximo año. “Para 2024, este comportamiento de los precios debería continuar con la inflación tendiendo a caer”.  

Sin embargo, Gilberto Braga señala que existen riesgos que vienen del exterior de Brasil. “La presión externa, sobre todo, por los conflictos militares de Rusia con Ucrania y Oriente Medio [ofensiva israelí en la Franja de Gaza], que influyen en los precios del petróleo, los seguros y el libre flujo del comercio internacional”, describe. 

“La expectativa, a pesar de estas amenazas, es muy positiva para 2024”, añade. 

Materias primas 

El investigador André Braz, del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (Ibre/FGV), señala que un elemento que contribuyó a configurar la inflación de 2023 fueron los precios de los commodities agrícolas y minerales (materias primas básicas comercializadas a precios internacionales). 

"En el sector agrícola, la soja, el maíz y el trigo, que son materias primas para varios otros alimentos, sufrieron caídas muy fuertes en los precios al productor". La soja, por ejemplo, cayó un 21,92%. En el caso del maíz la caída fue aún mayor, 30,02%. 

Braz explica que el comportamiento del IGP-M representa un “regreso” del shock inflacionario provocado por la pandemia entre 2020 y 2022.  

“Dadas las cosechas, que fueron muy buenas tanto en Brasil como en otros países productores de cereales, tuvimos esta enorme caída de los precios. Entonces ayudó a compensar un poco esa fase de fuertes subidas”, explica. 

Si bien el IGP-M publicado este jueves es el más bajo jamás registrado en un año cerrado (-3,18%), Braz observa que el índice muestra una tendencia de aceleración. En julio, la caída acumulada en 12 meses fue del 7,72%. 

“Se está acelerando, se está acercando cada vez más a cero y va a migrar a territorio positivo. Un número negativo es algo inusual para el IGP-M porque, en condiciones normales, la trayectoria de esos precios es ascendente”, explica. En diciembre el índice mensual fue del 0,74%. 

IPCA 

En cuanto al IPCA, Braz señala que el resultado del 0,40% en diciembre superó las expectativas. La causa fue la concentración en el mes de ajustes controlados de precios. “Vimos un aumento en [las tarifas de] agua y alcantarillado, energía, autobuses, trenes y metros en varias ciudades del país”, enumera. 

Aún específicamente para el mes de diciembre, el economista de la FGV interpreta que hubo sorpresa en el precio de algunos alimentos, especialmente aquellos con características estacionales.  

“No fue un aumento generalizado, fue un aumento estacional, productos que normalmente tienen menor oferta en verano, cuya oferta se ve afectada por el clima, como los productos de mercadillo. Por ejemplo, las verduras y frutas aumentaron debido a este clima más hostil”. 

Otra influencia fue comer fuera de casa. “Durante este periodo festivo y vacacional las familias suelen comer en restaurantes y cafeterías, por lo que los precios de los menús suelen subir debido a la demanda”. 

Pese a esta señal de diciembre, Braz destaca que, a lo largo del año, el precio de los alimentos tuvo un comportamiento positivo para la economía brasileña, contribuyendo a que la inflación oficial estuviera por debajo de las expectativas de principios de año, cuando el mercado estimaba el IPCA cerca de los 5,5%. 

El IPCA-15 mostró que el grupo de alimentos y bebidas subió un 0,83% en 2023.  

“Es muy poco comparado con una inflación promedio del 4,72%. En términos reales, los precios de los alimentos no aumentaron. Esto fue bueno porque la comida compromete más el presupuesto de las familias de menores ingresos y, por eso, tienes espacio para que estas familias consuman otras cosas”, dice. 

El IPCA cerrado para el mes de diciembre y el año 2023 se dará a conocer el 11 de enero. Braz estima que la cifra se acerca al 4,45%.  

De lograrse este nivel, estaría dentro de la meta del Banco Central de 3,25%, con un rango de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, es decir, el límite superior es 4,75%. 

Para 2024 

Para el próximo año, al igual que Gilberto Braga, de Ibmec, que tiene una visión optimista, Braz espera un IPCA para cerrar 2024 en torno al 4%. Sin embargo, también ve desafíos, como la guerra entre Rusia y Ucrania y la ofensiva israelí contra Hamás. 

André Braz suma otro factor de preocupación: El Niño, fenómeno climático que cambia la temperatura de las aguas del Océano Pacífico e impacta las cosechas en diferentes regiones del planeta. 

“De la misma manera que afectará los precios al productor en el IGP-M, afectará también los precios al consumidor, es un traspaso. Ese podría ser el desafío para el próximo año”. 

En el escenario interno, Braz menciona que la política fiscal del gobierno, es decir, el monto del gasto público, puede intervenir en el comportamiento de la inflación, si existen dudas de que el gobierno no cumplirá con la meta presupuestaria. El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, dice que su objetivo es lograr un déficit cero en 2024 .  

“Si este objetivo se ve amenazado, puede haber una devaluación del tipo de cambio [frente al dólar], y esa devaluación provoca inflación porque empezamos a importar cosas a un precio más alto”, explica. 

Honorarios 

El economista del Ibre evalúa que la política de intereses del BC cumplió, en 2023, el papel de frenar la inflación. Pero subraya que la tasa Selic del 11,75% sigue siendo muy alta, lo que la convierte en un desafío para el crecimiento, la creación de empleo y los ingresos del país. 

Incluso con los desafíos mencionados, Braz cree que la inflación seguirá una trayectoria lo suficientemente controlada como para permitir nuevas caídas en la tasa de interés básica. 

“Creo que el BC podrá seguir recortando [la tasa] incluso si existen estos desafíos en el radar. Es probable que la Selic termine el año próximo, quién sabe, en torno al 9%”, cree.