Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARParodia a la "Última cena" en "Viridiana"

Un film tan impío como exquisito

Hoy a partir de las 21,30 en Patio Lorca (Alem 222) se pondrá en pantalla “Viridiana”. Estrenada en 1961, obra maestra de Buñuel. Reparto de lujo y un guión lleno de irreverencia, naturalismo, surrealismo, humor negro y tragedia, para una historia inolvidable e imprescindible. Considerada una película blasfema e irreverente por el Vaticano y el franquismo.

El mejor film de Buñuel, para la crítica especializada.

Ficha Técnica

Director: Luis Buñuel. Genero: Drama. Nacionalidad: España – México. Año: 1961. Duración: 86 min. Actores: Silvia Pinal, Fernando Rey, Francisco Rabal, Margarita Lozano.

Una joven novicia llamada Viridiana (Silvia Pinal) abandona el convento para realizar una visita a su tío viudo Don Jaime (Fernando Rey), quien terminará siendo atraído por sus encantos femeninos, intentando mantener relaciones sexuales con la joven.

Al no conseguir su propósito, Don Jaime se suicida, hecho que provoca un sentimiento de culpa en Viridina, que abandona su ordenación religiosa para dedicar su tiempo a la caridad cristiana en un hogar que tendrá que compartir con su primo Jorge (Francisco Rabal), hijo natural de Don Jaime.

Franco en un acto de “benevolencia” invitó a Buñuel que hacía 25 años estaba exiliado en México para que proyecte un film. en España Así nació Viridiana. La película obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Sin embargo, España pudo gozar de su estreno 15 años después. Puesto que Franco inmediatamente había decidió censurarla en todos los cines de aqule país. Igual suerte había corrido La edad de oro 30 años antes.

El Vaticano por su parte acusó al rodaje de blasfemo y obsceno. Al igual que el franquismo no admitieron las injerencias en contra del catolicismo. Buñuel critica la moralidad excesiva de la iglesia desde una mirada atea. Siempre con tono satírico y anticlerical.

La escena que pasó a la historia es una parodia a La última cena, pintura de Da Vinci. Para el aclamado momento Buñuel decidió introducir la inmejorable melodía de Haendel.

"La historia, empapada de humor negro y con una imaginería rica en simbolismos, oferta en su burlesca mezcolanza de sensaciones una absorbente atmósfera de anormalidad y una estética fascinantemente morbosa, que extasía por su audaz planteamiento fílmico dentro de una óptica ambigua e irreverente", comentan desde el sitio alohacriticon.com.

Sebastián Ganzburg