Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARAlrededor del 60% cree que la conducta del gobierno fue responsable de las muertes.

Covid-19: el 51% de los brasileños quiere juicio y castigo por las muertes

Una encuesta realizada por el Centro de Estudios Científicos SoU de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) muestra que el 51,5% de la población quiere que los delitos asociados a más de 700.000 muertes por el nuevo coronavirus en Brasil sean juzgados y condenados.

Sigue.

La encuesta señala que, para el 62,1% de los encuestados, el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro y el Ministerio de Salud fueron los principales responsables de las muertes. Para los investigadores, si el comportamiento hubiera sido diferente, habría habido menos muertes.

La encuesta encontró que el 76,5% de los encuestados dijeron haber acompañado a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de Covid-19, comisión celebrada en el Senado Federal en 2021, y que este seguimiento fue fundamental para sustentar las opiniones.

El estudio preguntó cuál sería la forma de reparar los delitos. Las tres medidas sugeridas por el estudio para reparar los delitos que tuvieron mayor adherencia fueron:

1. crear una Comisión de la Verdad para investigar crímenes (44,7%),

2. indemnizar a las víctimas, a los niños que perdieron al padre y/o a la madre (39%), 

3. crear un Tribunal Especial para acelerar los juicios (38,3%).

“La Comisión de la Verdad fue más aceptada entre las personas del Medio Oeste (58,7%), que ganan de tres a cinco salarios mínimos (53,3%) y que tienen educación superior (50,9%). Tiene menor aceptación entre quienes estudiaron hasta la escuela primaria (32,9%), ganan menos de un salario (35,0%) y tienen entre 18 y 24 años (36,3%)”, informó la Unifesp.

El estudio encontró que las indemnizaciones eran más aceptadas entre personas de otras religiones (45,1%) -grupo que reúne a espiritistas, candomblecistas, practicantes de umbanda, budistas, etc.- que ganan de tres a cinco salarios mínimos (45,0%) y estudiaron hasta secundaria (43,3%). Y menos aceptado entre quienes estudiaron hasta la primaria (28,8%), que ganan más de cinco salarios (31,1%) y menos de un salario (35,4%).

El tribunal especial fue más aceptado entre las personas de 25 a 34 años (44,6%), sin religión (44,6%) y personas de otras religiones (43,9%). Tiene menor aceptación entre quienes estudiaron hasta la primaria (25,6%), quienes ganan hasta un salario mínimo y más de cinco salarios mínimos (28,7% y 32,5%) y quienes tienen entre 18 y 24 años (32,5%) .

Más inversiones en el SUS

La mayoría de los encuestados (52,4%) también afirmó que, para prevenir o reducir la mortalidad por una posible epidemia o pandemia futura, la mejor opción es aumentar las inversiones en el Sistema Único de Salud (SUS). Para un 46,5%, el mejor camino es aumentar la inversión en ciencia e investigación y un 38,7% aumentar la producción de vacunas con tecnología nacional.

La encuesta encontró que, en relación a la preferencia electoral, los votantes del expresidente Jair Bolsonaro tomaron 58 millones de dosis menos de vacunas contra el covid-19 que los del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. Considerando el sistema de vacunación completo, quienes votaron por Lula recibieron un 38% más de dosis de inmunizantes contra el covid-19 que los votantes de Bolsonaro.

“Este índice confirma la diferencia en la adherencia a otras campañas de vacunación (como sarampión, polio e influenza) por parte de lulistas y bolsonaristas: 83% y 65%, respectivamente. En el caso de la vacunación infantil contra la covid-19, la disparidad es aún mayor. El 76% de los electores de Lula están a favor y sólo el 39% de los electores de Bolsonaro están de acuerdo”, afirmó la Unifesp.

Confianza en las vacunas

Otro punto que plantea la investigación se refiere a la confianza en las vacunas. Los resultados mostraron que había una enorme disparidad entre estos votantes. Sólo el 38,4% de todos los bolsonaristas están de acuerdo en que “las vacunas están ampliamente probadas y tienen una eficacia probada”, frente al 75% de los votantes del PT. Además, el 13% de los votantes de Bolsonaro dijeron que se vacunaban habitualmente, pero dejaron de hacerlo ante la pandemia del nuevo coronavirus.

Los ingresos, la educación y la religión también fueron factores importantes para la adherencia a las vacunas: el 63% de quienes ganan hasta un salario mínimo afirmó que siempre adhirieron a las campañas, tasa que se eleva al 84% entre quienes ganan de tres a cinco salarios mínimos. y para el 77% entre quienes ganan más de cinco salarios. De los encuestados que completaron hasta la primaria, la adherencia a la vacuna es del 57%; entre aquellos con educación superior, el 81%.

La investigación demostró que el factor ingreso también influía directamente en el tratamiento que recibían los pacientes infectados. El llamado Kit Covid (cóctel que incluye Cloroquina, Ivermectina, Azitromicina, entre otros fármacos sin evidencia científica contra la enfermedad), defendido por el expresidente, fue distribuido en mayores cantidades a quienes ganan menos del salario mínimo (63%) y en menor cantidad para quienes percibían más de cinco salarios (32%).

Este porcentaje también muestra otra disparidad: el 66% de los entrevistados que terminaron la escuela primaria dijeron haber utilizado un kit , entre los que terminaron la educación superior, el porcentaje fue del 46%. Entre los indígenas, el porcentaje fue del 75% frente a los “blancos”, del 48%.

“Es posible que esto se explique en parte por el hecho de que los medicamentos eran ampliamente distribuidos por el SUS, que atiende principalmente a personas de menores ingresos. Sólo el 3% de los infectados reporta haberse automedicado”, señaló la universidad.

La Encuesta de Opinión Covid-19, Vacunas y Justicia , realizada en alianza con el Instituto Ideia, escuchó a 1.295 encuestados, vía celular, de todas las regiones del país, mayores de 18 años. Las entrevistas se realizaron entre el 5 y 10 de julio, con un intervalo de confianza del 95% y un margen de error del 3%, y plantearon opiniones sobre la pandemia de grupos de diferentes condiciones socioeconómicas, religiones, razas/colores, escolaridad, además a la dimensión política ideológica. 

Fuente: Agencia Brasil