El paseo público más concurrido de Tucumán, es la Plaza Independencia. Ocupando la manzana comprendida entre las calles San Martín, 24 de Setiembre, 15 de Mayo y Laprida, tiene para su cuidado cerca de diez placeros. Aún así, de lunes a lunes, tienen mucho trabajo.
Comienzan sus tareas a las seis de la mañana y finalizan en el inicio de la madrugada del siguiente día.
Son nueve personas que todos los días de la semana intentan que el paseo más visitado por tucumanos y foráneos este cuidado y limpio. Tarea muy difícil de concretar. No son pocos los que circulan o estacionan en la Plaza Independencia y son muchos los que minuto a minuto, ensucian, destruyen y hurtan.
“Acá se ve de todo amigo, desde parejas que buscan tener relaciones hasta personas que hacen sus necesidades fisiológica, pasando por aquellos que roban plantas y flores y rompen los bancos ”, dice Manuel ( 53 años), que lleva nueve años trabajando en el paseo.
“No, son de todas la clases sociales, pobres y ricos y de cualquier edad , cualquiera señor, es una tarea agobiante. La policía nos colabora para tratar a esos atrevidos, porque cuando le decimos que no hay que hacer lo que hacen, nos insultan, nos dicen de todo, algunas veces nos da miedo, pero es nuestro trabajo”, señala el placero.
Todos los entrevistados (pertenecen a la empresa 9 de Julio) señalan con orgullo que el trabajo, más allá de esos avatares, es lindo y gratificante. En las tareas de jardinerías son asesorados con cursos y prácticas dados por especialistas.
“Barremos, regamos, cuidamos las plantas, los bancos y todo lo que forma `parte del paisaje de la plaza”, enfatiza otro placero que pasa raudamente hacia el sector de la estatua, que Lola Mora creo para que los tucumanos tengan presente La Libertad.
“Es triste lo que hacen algunos hacen en la plaza. Nadie cuida o protege las comodidades. Destruyen los cestos para la basura, plantas, flores, veredas, bancos, árboles, todo lo que usan. Es increíble verlos dañar. Hace cuarenta años que paso por acá o me siento a leer o descansar y muchas veces me saltan las lágrimas de impotencia ante tanta capacidad de destrucción de chicos y grandes”, manifiesta José (67 ) con una mezcla de malestar y tristeza
Plaza Independencia, lugar de encuentros y desencuentros, amores y odios, reclamos y entregas, pedidos y negativas, alegrías y tristezas, festejos y llantos, recuerdos y olvidos, promesas e incumplimientos.
Plaza Independencia ,orgullo de todos los tucumanos, todos la quieren y admiran pero nadie la cuida y protege. Sólo los placeros.
Daniel A. Villalba
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