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AMPLIARUna arqueóloga recolecta muestras en el interior del Destacamento de Operaciones de Informaciones en São Paul. EFE/Seb Moreira

Los arqueólogos buscan qué esconden los muros del mayor centro de torturas de Brasil

Amelinha Teles, una mujer de 78 años, esquiva con cuidado los agujeros en el suelo y los cúmulos de tierra amontonada por los arqueólogos en el patio de una comisaría en São Paulo. Observa los cuartos del edificio gris con sus gafas rojas y trata de reconocer el espacio, que fue el principal centro de tortura durante la dictadura militar brasileña (1964-1985).

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En un trabajo pionero en Brasil, investigadores encontraron rastros de una sustancia que podría ser sangre en la antigua sede del Destacamento de Operaciones de Información - Centro de Operaciones de Defensa Interna (DOI-Codi), ubicado en el barrio de Vila Mariana, capital de São Paulo. Durante las excavaciones, el equipo también encontró registros que un preso político hizo para contar sus días de prisión en el lugar, donde agentes de la dictadura, instaurada con el golpe de 1964, torturaron y ejecutaron a los opositores. Actualmente, la dirección es sede del Distrito Policial 36 de la Policía Civil.

Este es el inicio del viaje de los investigadores, que puede sacar a la luz más material que revele cómo funcionaban los sótanos de la dictadura. El equipo cuenta con miembros vinculados a la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). El trabajo fue posible gracias al financiamiento de la Unicamp y del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), obtenido después de 14 intentos de viabilizarlo, con desmentidos de varias agencias de promoción de la ciencia.

En una conferencia de prensa realizada este lunes (14), cuando finalizó la primera fase del estudio , después de 13 días de trabajo en el campo, los investigadores explicaron que la sospecha sobre la sangre aún requiere confirmación en el laboratorio. Según destacaron, el indicio de que la sustancia encontrada podría ser sangre se dio luego de tener contacto con el reactivo luminol, muy utilizado por los peritos forenses en las escenas del crimen. Debido a las limitaciones presupuestarias, que limitan las herramientas disponibles, se espera que los investigadores lleguen a una conclusión sobre el contenido en los próximos meses.

A coordenadora do Grupo de Trabalho Memorial Doi-Codi, Deborah Neves, comenta que o complexo que outrora serviu como centro clandestino foi reconhecido como sítio arqueológico em 2020. Dali, segundo ela, eram emitidas ordens que repetiam o modelo de violações de direitos em todo el país.

El levantamiento y verificación de la información sobre el DOI-Codi involucra varias áreas de conocimiento. Además del material obtenido tras el proceso de decapado, propio de la arqueología, los investigadores también utilizaron fotografías aéreas y planos arquitectónicos para realizar sus investigaciones.

Otro dispositivo puesto al servicio de los investigadores fue un georadar, que les permitió comprender los cambios que ha sufrido el complejo a lo largo de los años. Los registros muestran que las primeras edificaciones construidas en el espacio que comparte el centro clandestino con la comisaría activa fueron la propia unidad policial y otra, que se ubica en la parte trasera. Fue en este que el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, del Ejército, se hospedaba ocasionalmente con su familia. Ambos fueron construidos en 1962. En 1973 se construyeron los otros dos para completar el conjunto de edificios.

Para tratar de sortear las dificultades presupuestarias y contingentes, el equipo buscó reunir los esfuerzos de voluntarios para llevar a cabo las tareas previstas en el cronograma. En total, 90 personas postularon para los puestos y 16 fueron seleccionadas para cubrir las vacantes. Parte de los voluntarios ayudarán a recoger testimonios de presos políticos, familiares de víctimas y otras personas que fueron testigos de las arbitrariedades cometidas por los militares y sus aliados.