Lesiones, juego aburrido, un gol para cada uno, pelotas mal entregadas, arqueros sin apuros, fue el ritual del partido que empataron , 1 a 1, Rosario Central y San Martín, en encuentro correspondiente a la octava fecha del Campeonato Cablevisión 2008.
Todo fue parte de una extraña noche. Hasta el referí se lesionó.
El primer tiempo estaba para un empate ,y en cero por lo demostrado por tucumanos y rosarinos en el Gigante de Arroyito. Pero a las lesiones de Patricio Pérez y Turdó se suma el gol en contra de Marcelo Quinteros, autor del foul que motivó el tiro libre de Ezequiel González, que se desvió en Quinteros descolocó a Marcos Gutiérrez, que hasta allí había tenido 45 minutos tranquilos. Fue una noche de brujas el primer tiempo para San Martín. El gol adjudicado al “Equis”, debería computarse en contra .
Un primer periodo aburrido, con los equipos jugando con demasiado recaudos, mucho tránsito en el medio y finales anunciados. Solo dos llegadas para cada uno, con más emoción para las tribunas que para el juego en si.
La lesión de Patricio Pérez, posibilitó la entrada de Enzo Bruno, que con su acostumbrada movilidad complicó a los defensores rosarinos. No pasó de eso
Tranquilos arqueros, los defensores, los volantes, los delanteros. Hasta el gol de Rosario Central era lo que había. Nada más .
El segundo tiempo no fue muy distinto, en juego y lesiones. Monges a los 5 minutos no pudo seguir y fue reemplazado por Nicolás Herrera- A los 16 lesionado Pitana obligó al asistente número 1, José Zoonek , continuar dirigiendo. Buen trabajo de los árbitros.
En los santos Bruno e Ibáñez en la ofensiva y Villavicencio en la defensa comenzaron a mostrar porque San Martín tiene 13 puntos.
Cuando iban 25 minutos la zurda de Nicolás Herrera sacó un latigazo que metió en el arco de Broun. Golazo. Justo empate de San Martín por lo hecho hasta ese momento.
A partir del minuto siguiente al gol santo , los canallas se desconcertaron y los santos aprovecharon para poner el partido en el freezer y conservar el empate.
El Gigante de Arroyito tuvo el privilegio de contar en sus tribunas a canallas y santos abrazados. Cosa de brujas, dos hinchadas sin violencia.
En un partido discreto el empate estuvo justo.
Daniel A. Villalba
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