Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARSilvina Schliserman, destacada Asistenete de Dirección

"Un nexo entre director y actor"

Así definió su labor la Asistente de Dirección Silvina Schliserman. Una profesión importante que muchas veces no tiene el reconocimiento merecido. Además es encargada de prensa de los espectáculos más prestigiosos de Tucumán.

Como asistente trabajó con Rafael Nofal, Goloboff, Graviloff, entre otros grandes directores.

Silvina Schliserman es Asistente de Dirección. Trabajó en un sin fin de obras con los más distinguidos directores de Tucumán. Rafael Nofal, Leonardo Goloboff, Leonardo Gavriloff, Rolo Andrada, entre otros. Además se encarga de hacerles prensa a los espectáculos de teatro más importantes de la provincia y algunos del resto del país. Es, también, Asistente Técnica.

Profesiones escasamente reconocidas en el ambiente del espectáculo. Pero de una importancia fundamental. Sin la asistencia de dirección no existiría ese “nexo entre director y actor”, como dice Silvina.

A su vez enunció que “sin los encargados de prensa los espectáculos no podrían difundirse”. En este sentido expresó que su idea “es bombardear con información por todos lados para que todos se enteren”.

De mengua estatura, portadora de una personalidad importante contó que desde el 2004 hace prensa. Pero desde el 2006 “vengo trabajando con más potencia. Antes siempre estaba llevando la información de los espectáculos a los medios. Ahora, en cambio, son varios los periodistas que me llaman para pedirme algún dato. Tenemos excelentes relaciones”.

Con tan solo 30 abriles trabajó, como Asistente de Dirección, con los más destacados directores de teatro. “Le agradezco enormemente a Rafael Nofal que me haya visto como una profesional. De Golo (como se lo conoce a Goloboff) aprendí a trabajar. El primer día de ensayo, ya tiene la utilería, vestuario y musicalización en un 90%. Graviloff, por su parte, me dio un apoyo único. De Caro Romero (directora de Oceánica, un cuento de sirena, actualmente en cartelera, Silvina es la Asistente), su claridad para encarar un proyecto”, comentó con tono solemne por referirse a quienes admira y respeta.

¿Cómo llegaste a ser Asistente de Dirección?
Comencé con Pato García. Juntas conocimos varias provincias. Fue, en el 2002 con Jamuychis (... el grito...). A ésta directora le debo muchísimo.

Además estableció que “a pesar de que la asistencia de dirección sea importante en el hecho teatral, no se la reconoce. La defino como un nexo entre director y actor”.

¿Alguna anécdota que recuerdes con emoción?
Un día primaveral sonó el teléfono. Era Lita Molina, la gran Asistente de Dirección de Tucumán. Ella estaba haciendo una obra con Olivera y no podía seguir porque tenía otros compromisos. Entonces me dice que habían pensado en mi. En ese momento las lagrimas recorrían mis pómulos, como el Orinoco lo hace por las amazonas. No lo podía creer. ¡Eran las 15,30 y a las 18 tenía que estar en el ensayo!

Para finalizar sentenció que “el teatro es mi vida. Estoy tan orgullosa de laburar con grupos de teatro independiente como con la gente del Ente de Cultura”, donde actualmente trabaja.

Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com