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AMPLIARUna de las guardianas es Elizangela Baré, líder de la Asociación de Mujeres Indígenas del Alto Río Negro

Mujeres indígenas lideran proyectos de generación de ingresos y agroecología

El crecimiento de la representación femenina en los territorios indígenas ha contribuido a la generación de ingresos y al combate de amenazas a los pueblos, como la minería ilegal. En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado ayer miércoles, la científica social Inimá Krenak, gerente de proyectos del Fundo Casa Socioambiental, dijo a Agência Brasil que tanto en los proyectos productivos como en los de defensa de los territorios, apoyados por la organización, el liderazgo de las mujeres es una prioridad

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El Día Internacional de los Pueblos Indígenas fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1995 para expresar el reconocimiento internacional de los pueblos indígenas, quienes aún carecen del mantenimiento de sus derechos básicos.

“Desde nuestra experiencia ya hemos identificado que las mujeres han venido liderando el trabajo de protección de sus territorios y, también, una producción enfocada en el tema económico y de mercado, pero que está alineada con la

Protección de sus territorios. 

En general, las mujeres no suelen involucrarse en la explotación de sus territorios que no esté acorde con sus tradiciones, como la minería, la tala”. Inimá ve a las mujeres muy conectadas con este tipo de trabajo que apoya Fundo Casa. “El trabajo de la mujer está muy preocupado por sus hijos, nietos y generaciones futuras”. Por ello, la organización da prioridad a los proyectos liderados por mujeres.

Proyectos

Se apoyan proyectos de incidencia  (defensa y argumentación a favor de una causa), incidencia de las mujeres indígenas en las políticas públicas, en la toma de decisiones. ”Tienen los recursos para participar activamente en los momentos de toma de decisiones, como estar en Brasilia para el juicio de Marco Temporal; acudir a Capital Federal a reclamar que se cumplan los protocolos de consulta; realizar agendas en la Sala 6 del Ministerio Público, en la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), en los ministerios de los Pueblos Indígenas y de Justicia.

“Este trabajo, que llamamos incidencia, es muy importante para tener una mirada en la demanda de las mujeres y de las personas que representan, en cuanto a la garantía de los derechos. En general, derechos que están garantizados en nuestra Constitución, pero que no han sido cumplidos por el Estado”.

En muchas de las asociaciones apoyadas por Fundo Casa, las mujeres ya vienen realizando labores de agroecología en la producción de alimentos saludables, sin pesticidas, que muchas veces son vendidos para la merienda escolar, para programas gubernamentales que absorben esta producción; y también en la elaboración de artesanías para la venta fuera de las comunidades indígenas.

Para ingresar al mercado se apoya la capacitación de indígenas para desempeñar funciones dentro de los proyectos de la organización, así como en otros proyectos que se desarrollan en sus territorios, siempre promoviendo el protagonismo de la mujer al frente de las actividades.

Entre 2018 y 2022, Fundo Casa apoyó 508 proyectos de 316 organizaciones indígenas, que representan a 177 grupos étnicos diferentes entre los 305 reconocidos en Brasil. Fueron 13 temas diferentes y más de 60 mil personas fueron beneficiadas con este apoyo, que sumó más de R$ 20 millones, valor equivalente al 38% de los recursos donados por Fundo Casa. En los últimos cinco años, el liderazgo femenino se ha convertido en uno de los criterios de Fundo Casa a la hora de seleccionar los proyectos a adjudicar.

En los últimos dos años se ha incrementado en un 25% el número de proyectos liderados por mujeres que recibieron apoyo de la institución. Esta mayor participación femenina fortalece los lazos con los territorios, contribuyendo al uso sostenible de los recursos.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), publicado en marzo de 2021, reveló una fuerte conexión entre las tierras indígenas reconocidas y la conservación de los bosques en América Latina y el Caribe. Desarrollado por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), el estudio mostró que las tasas de deforestación son menores en los territorios indígenas donde existe un reconocimiento formal de los derechos territoriales por parte de los gobierno. Por ello, la investigación destaca a los pueblos indígenas como “guardianes del bosque”.

Una de estas guardianas es Elizangela Baré, líder de la Asociación de Mujeres Indígenas del Alto Río Negro (Amiarn), en Amazonas, en la frontera con Colombia. Fundada en 2009, la asociación cubre comunidades en dos tierras indígenas en el municipio de São Gabriel da Cachoeira, en Manaus, y encuentra, en la movilización de mujeres, una poderosa herramienta para la búsqueda de autonomía y valorización del territorio, fortaleciendo capacidades culturales y de resistencia. , como la artesanía y la agricultura.

Composta por artesãs e agricultoras dos povos Arapaso, Baniwa, Baré, Desana, Koripako, Pira-tapuiya, Tariana, Tukano e Wanano, a Amiarn criou uma loja que já se tornou ponto de referência e já foi levado a mais de 10 feiras de artesanato en la región. En total, alrededor de 360 ​​personas están directamente involucradas en el proyecto, que cuenta con el apoyo del Fundo Casa Socioambiental.

Otra iniciativa que rompe con la tradición de predominio de organizaciones lideradas por hombres es la Asociación de Mujeres Munduruku Wakoborun, también apoyada por el Fundo Casa Socioambiental, en la que las mujeres asumen la defensa del territorio, estimulando actividades productivas y generadoras de ingresos, como la artesanía. , valorando al mismo tiempo los conocimientos y prácticas tradicionales.

El proyecto impacta a unas mil personas directa e indirectamente. La Asociación fue creada para fortalecer el grupo de mujeres guerreras de la etnia Munduruku en la lucha contra los grandes proyectos que amenazan el territorio en las regiones del Alto y Medio Tapajós y Bajo Teles Pires, en Pará y Mato Grosso, donde estos pueblos han vivido durante muchos siglos.

La lucha por la protección del territorio y por la garantía de los derechos de los pueblos indígenas impulsó la creación de la Asociación de Mujeres Munduruku Wakoborun en el municipio de Jacareacanga, en Pará. Una de las primeras iniciativas fue la formación de jóvenes y la creación de un colectivo audiovisual. A partir de ese momento, el grupo comenzó a filmar y monitorear las invasiones y ataques que sufría la comunidad.

La lucha contra la minería ilegal fue el punto de partida para la creación de la asociación. Además de defender el territorio, la entidad promueve talleres artesanales y anima a otras mujeres a participar en encuentros y asambleas para que conozcan sus derechos y puedan generar ingresos en beneficio de la comunidad.

En el campo de la filantropía, Inimá Krenak enfatizó que el mensaje a dar en este Día Internacional de los Pueblos Indígenas es que la mirada debe ser más atenta y abierta para escuchar cuáles son las prioridades de las organizaciones. “Transferir este poder de decisión de los proyectos que vamos a apoyar a las comunidades, y no de arriba hacia abajo, del financiador a la organización apoyada. Lo que debemos hacer es escuchar a estas organizaciones, ser flexibles a las demandas y también a su tiempo y forma de hacer las cosas”.

Fundo Casa Socioambiental es una organización que busca promover la conservación y sostenibilidad ambiental, la democracia, el respeto a los derechos socioambientales y la justicia social a través del apoyo financiero y el desarrollo de capacidades de las iniciativas de la sociedad civil en América del Sur.